Por Redacción - 30 Septiembre 2021
Como una especie de casi ciclo de la vida, el email marketing siempre acaba reapareciendo cuando los marketeros se enfrentan a alguna suerte de crisis en la que una herramienta prometedora se descubre como algo que no lo es tanto.
Cuando el espejismo del alcance orgánico de las redes sociales se terminó, los marketeros se refugiaron en masa en las bondades del email marketing. En esta herramienta podían controlar el mensaje, pero también el canal de envío y hasta asegurarse todos los datos de vuelta que esa acción de marketing generaba.
Ahora que las cookies están en su momento de ocaso y que las medidas pro-privacidad de los grandes están complicando mucho las cosas, el email marketing vuelve a emerger como una de esas grandes soluciones a todos los problemas (a pesar de que no está al margen del impacto de estas medidas).
Los responsables de marketing han encontrado en el email marketing una suerte de refugio y, como apuntan en BizReport, están aumentando sus esfuerzos en este terreno para compensar lo que pierden por los problemas de seguimiento actuales de los consumidores. Esto les lleva a impulsar su estrategia de email marketing, pero también a aumentar sus acciones para captar nuevos subscriptores. Lo que importa es aumentar las listas de emailing y así llegar a una audiencia mayor.
Pero no solo eso: como señalan en el análisis, el email marketing también abre la puerta a una vía para identificar al consumidor. Ahora que las cookies se tambalean y que todo se ha vuelto mucho más complejo, la dirección de email funciona como una herramienta de identificación del consumidor. Así, sirve como palanca para hacer segmentación también fuera de los envíos de email marketing.
Captar subscriptores se ha convertido en clave, por tanto. Pero ¿cómo lograrlo? ¿Qué es lo que convencerá a los usuarios para que den ese dato y se conviertan en parte de la lista de envíos? Como apuntan las conclusiones de un estudio de RevTrax, la clave está en los descuentos. Los marketeros están usando cada vez más los descuentos y los incentivos económicos como gancho para captar nuevas altas.
Así, una cuarta parte de las empresas de retail ya está ofreciendo descuentos de "X porcentaje menos" a quienes se dan de alta en sus newsletters. Las marcas de comida rápida y de bienes de consumo lo emplean menos (son el 10% las que lo hacen), pero eso no implica que no empleen el mismo manual.
En lugar de ofrecer descuentos directos vía porcentajes a restar, están apostando por descuentos concretos (los clásicos de 5 euros menos con tu compra) o por acciones que permiten ahorrar de otra manera (por ejemplo, un envío gratis si te suscribes).
La idea de los descuentos como gancho funciona, porque los consumidores se han vuelto mucho más sensibles al ahorro y a los precios durante la pandemia. Ahora, más que antes, ahorrar lo que sea es un reclamo muy atractivo, tanto como para que cueste mucho menos desprenderse de datos personales si percibimos que nos dan ese valor a cambio.
