Continua Leyendo...
Por Redacción - 1 Febrero 2011
La búsqueda constante de nuevas oportunidades hace que, como cada año, el análisis sobre la evolución de todas las herramientas pensadas para lograr el éxito en los negocios online sea de obligado cumplimiento y la utilización de los mensajes de correo electrónico con fines empresariales y de marketing, es sin duda, una de las áreas de mayor interés para las marcas y por múltiples motivos.
Desde el punto de vista del Marketing, el correo electrónico es el elemento más próximo al concepto de “tiempo real” y que ofrece como gran ventaja al ser aplicado la promesa del control total del mensaje combinado con las interacciones en las redes sociales, evidentemente menos controlables y sumado a técnicas más ocultas como la utilización de cookies y visitantes anónimos, sin olvidar el dinamismo sin límite de las aplicaciones móviles; todas ellas acciones que deberán simultanearse si se quiere dar un paso más en la eficacia de las campañas de marketing, por lo que 2011 debiera ser el año de la interconexión de los canales de contacto.
La evolución natural del correo electrónico apunta a una bandeja de entrada que se vuelve finalmente social. Gracias a la obtención totalmente eficiente de la información que subyace tras un correo electrónico, los anuncios publicitarios y en tiempo real ofrecerán una combinación entre el entorno social y las funcionalidades del correo electrónico tradicionales.
Esto es, la aparición de anuncios con orientados y segmentados con información en función a los intereses de cada usuario y con la misma cadencia que se propaga la información en las redes sociales, entregando el máximo de valor añadido en cada mensaje, involucrando en el futuro a los ISP como parte de la cadena comunicacional; es decir que se incluirá a los -hasta ahora- proveedores de servicios a la generación de contenidos y emisión de mensajes publicitarios.
La personalización global del correo electrónico se producirá offline, online y en tiempo real, entonces estamos ante la integración total, entregando entonces a los profesionales del marketing que encuentren las formas adecuadas, la conexión entre contenidos y personalización a un nivel imposible de conseguir hace unos años. Contexto, experiencia, contenidos y canal permitirán la toma de decisiones en tiempo real por parte del usuario. La clave para la segmentación será la calidad de la información en el punto exacto de la toma de decisión y la habilidad de gestionar con fluidez contenidos a través de múltiples canales, desafío que pocos profesionales del área han conseguido hasta ahora.
El volumen de correos electrónicos recibidos y enviado se incrementará, pese a las lógicas y evidentes consideraciones sobre la delgada línea divisoria que separa un email promocional del Spam, este aumento será debido a la alta calidad, efectividad y persuasión que contendrán los mensajes. Las bases de datos aumentarán su tamaño y las marcas pondrán en marcha estrategias orientadas a promover sus mensajes vía email, con información que dirigirá a sus usuarios a otros canales de contenidos, como portales Web, dispositivos móviles, redes sociales y canales multimedia.
La privacidad seguirá siendo el motor de crecimiento del correo electrónico. Es bien cierto que una de las grandes fortalezas del correo electrónico ha sido el mantener una posición firme sobre las normas y permisos necesarios para contactar con los usuarios. Sin embargo, las tendencias actuales apuntan a una transparencia y conectividad total en el ámbito de la identificación constante de necesidades, oportunidades y personas.
Se fomentará un modelo en el que muchos de los aspectos que hoy determinan la privacidad serán erradicados, será importante ser público y estar presente; cuanto más mejor.
Los consumidores serán ajenos a esta transición que ya se ha iniciado y en el que encontramos a muchas marcas contemplando estrategias basadas en los canales tradicionales como el correo electrónico, aprovechando la reducción o simplificación de los permisos por parte de los usuarios para ello.
La lealtad redefinirá el término compromiso. Aquí es necesario hacer un punto de inflexión; la lealtad del usuario –siempre objeto de análisis- es sinónimo de beneficio, ahora la clave está en la reputación online, las marcas tradicionales ya han adoptado este modelo productivo de concesión de beneficios en función de la fidelización, formando una espiral a través de la cual los consumidores determinan las necesidades y las marcas “forman” los hábitos de los consumidores a través de la eficiencia y la calidad.
Un ejercicio 2011 emocionante en relación al proceso de migración que está viviendo el marketing online, los cambios se suceden de forma imperceptible empujando a las marcas a seguir innovando, aumentando la calidad y los canales de comunicación con sus usuarios en las distintas plataformas que Internet ofrece en la actualidad.
