Por Redacción - 7 Febrero 2011
La eclosión de las redes sociales se produjo con tanta vertiginosidad que las estrategias de marketing tradicionales se presentaron de pronto como obsoletas. Numerosas corrientes de opinión comenzaron a mostrarse visionarios y afirmaron que el correo electrónico había pasado a la historia.
En 2010, un promedio de 294 mil millones de correos electrónicos fueron enviados a nivel mundial todos los días. De esa cifra alrededor del 90% de ellos eran mensajes de spam. Con éstos datos, ¿es posible sobrevivir? inmersos además en la era social y la reputación de las marcas.
Sheryl Sandberg, director de operaciones de Facebook predijo en su discurso del año pasado, que el correo electrónico tendía a desaparecer, debido especialmente al tiempo que los usuarios pasan en las redes sociales.
Para confirmar dicha proyección, las cifras indican un descenso paulatino desde 2007, situándose ahora en un 11%. Si bien las declaraciones de Sandberg estaban en lo cierto, si lo circunscribimos al público adolescente, el público adulto no comulga con dichas líneas de comportamiento.
Sin embargo, lo que es cierto es que se utiliza menos el correo electrónico y hay más correo no deseado, lo que únicamente significa que se está adaptando al nuevo marketing, se está transformando para ser más eficiente.
Los correos electrónicos se personalizan y adquieren relevancia en términos de eficiencia y compromiso, las bases de datos de correos electrónicos se especializan, se comprometen con su público objetivo y se segmentan cada vez más. Las tradicionales campañas de marketing directo en las que los usuarios recibían cartas personalizas se recatan y se adaptan al entorno online, a fin de lograr un nivel mayor de reactividad. Los e-mail transaccionales siguen siendo las campañas de marketing por correo electrónico más utilizadas por las marcas.
Entonces, si las marcas se destinan sólo a las redes sociales, ¿se perderán las bondades de una campaña de marketing por correo electrónico bien segmentada, gestionada y elaborada?. Para el marketing tradicional, el correo electrónico ha sido una forma muy potente de captación y fidelización de potenciales clientes y una vía de acceso que permite formar parte de la vida del consumidor.
La fortaleza del email marketing radica en descubrir la amenaza que subyace en la falta de aprovechamiento real de las herramientas de éste tipo de campañas, mientras que los usuarios permanecen deslumbrados por lo que sucede en las redes sociales.
El e-mail marketing es eficiente y eficaz, únicamente realizándolo de forma comprometida y siempre bajo los preceptos del CRM se podrán aprovechar al máximo las grandes fortalezas que hacen que, a pesar que las cifras estén decayendo, no es sino la mutación del marketing aplicado a las campañas por e-mail lo que se confunde con desaparición.