Por Redacción - 1 Junio 2021
En la carrera por introducir nuevas vías de ver contenidos y de ampliar el potencial de la tecnología disponible, las grandes compañías tech se han entregado, sobre todo, al interés por el potencial de la realidad virtual. La realidad virtual parece un elemento prometedor, que crea nuevos mundos y que permite experiencias totalmente inmersivas, dignas de un universo de ciencia-ficción.
Sin embargo, la realidad aumentada, a pesar de no ser tan vistosa, tiene aplicaciones tangibles y ya realizables para las empresas, usos que ya se están llevando a cabo y que ya están logrando conectar con los consumidores.
La realidad aumentada no requiere, como sí lo hace la realidad virtual, que los consumidores compren nuevos - y caros - dispositivos. Esto, para las compañías que piensan en cómo introducir estas herramientas en marketing y publicidad, puede ser un punto bastante favorable. Ningún consumidor está dispuesto a pagar por terminales nuevos simplemente para que las marcas les ofrezcan su spam.
El potencial de la realidad aumentada en la estrategia de marca está creciendo, como acaba de concluir un estudio elaborado por Publicis Media, Alter Agents y Snap (los dueños de Snapchat) usando varios países como muestra.
Los consumidores, concluyen en el análisis, están empleando cada vez más estas soluciones de realidad aumentada tanto cuando navegan por la red como cuando lo hacen con intención de compra. Es decir, los filtros de realidad aumentada se han convertido en una especie de pasarela para hacer mucho más cómodas las compras online.
Esa fue, habría que añadir, una de las ideas que rondaron desde un primer momento a las compañías en el uso de la realidad aumentada en atención al cliente, marketing y publicidad. El ejemplo de Ikea es uno de los mejores para comprenderlo: la compañía fue pionera creando una app que permitía ver cómo quedaban los muebles de su catálogo en los espacios reales que iban a ocupar.
Volviendo a los datos del estudio, los consumidores tienden a aumentar su probabilidad de compra cuando usan realidad aumentada (aquí se compara a usuarios de Snapchat contra no usuarios de redes sociales). Las categorías en las que esto es más frecuente son decoración de hogar (73%), personalización de producto (73%) y probadores virtuales (72%).
Además, el uso de estas herramientas no es generacional. El estudio ha descubierto que los miembros de la Generación Z son los que las conocen más, pero que los millennials más viejos y la Generación X también se muestra interesada ante la idea.
Las proyecciones hablan aun así de mucho por hacer: en los próximos años, los marketeros planean probar más cómo usar lentes de realidad aumentada para cumplir con las expectativas de los consumidores.
Además, no hay que olvidar que la realidad aumentada será una de las tecnologías que se vean beneficiadas de forma colateral por el boom del 5G. El 5G permitirá velocidades mayores de conexión a internet y más calidad, lo que asentará mejor aquellas experiencias más complejas. Es lo que ocurrirá con la realidad aumentada. Lo harán igualmente de una manera mucho más ambiciosa y mucho más llamativa.