Por Redacción - 4 Marzo 2022
Seguir siendo relevante en el universo de las redes sociales es uno de los grandes retos a los que se enfrentan cada una de ellas. Todas quieren crecer lo máximo posible y, sobre todo, mantener a esos usuarios año tras año y, dado el tiempo que llevan ya entre nosotros, casi se podría decir que década tras década.
Lograrlo no es siempre fácil. Las redes sociales tienen topes de crecimiento y se enfrentan al peligro de dejar de ser relevantes, quedarse obsoletas. A eso hay que sumar que todo el tiempo están apareciendo cosas nuevas, que opacan el brillo de los social media ya conocidos y empleados.
Las redes sociales tienen que reinventarse y adaptarse a los tiempos. Los planes de cambio de Twitter podrían modificar por completo cómo es la experiencia de uso de la red social y el impacto que tiene en sus usuarios, pero además podrían servir como pistoletazo de salida para un cambio más profundo y más ambicioso.
Podría ser un reajuste en cómo operan las redes sociales y cómo son, uno que cambiaría la esencia misma de lo que hace ahora que funcionen (son jardines cerrados en los que cada red social tiene un control absoluto) y lo acercaría a lo que los consumidores llevan pidiendo ya varios años. O quizás el cambio se quede en nada, porque su calibre es muy amplio.
¿Qué es lo que quiere lograr Twitter? Un análisis de The New York Times ha estudiado las líneas maestras del cambio en el que trabajan. La esencia del cambio está en pasar a un modelo descentralizado. Ese ya era el gran debate que Twitter tenía internamente en los años de su lanzamiento. Cuando se estaba trabajando para determinar cómo sería la red social, uno de sus ingenieros ya propuso un modelo descentralizado, que no cuajó.
Pero ahora, que la compañía se está reinventando, han vuelto a mirar esa idea. Twitter, asegura el Times, está dotando de fondos a una iniciativa que quiere crear un protocolo abierto para las redes sociales. Es una iniciativa independiente, pero la propia Twitter también quiere ir en esa dirección. Con la descentralización, pivotaría quién tiene el poder en redes sociales.
En lugar de ser la propia red social un entorno cerrado y en el que esta decide todo (Facebook, por ejemplo, es quien ordena tu feed), una red social descentralizada abriría la puerta a que los usuarios impusiesen sus propias normas de moderación o de control de qué ven. También haría que interconectar con otras redes sociales fuese más fácil.
En cierto modo, permitiría también minimizar muchas de las críticas que ahora soportan estas compañías, como las de que funcionan de forma monopolística o las que se vinculan a cómo se moderan contenidos. La gran duda, eso sí, es si en este nuevo entorno podrían ser rentables. El gran activo de las redes sociales es, justamente, su control de los datos y el poder que eso les da.
Twitter trabaja, con todo, en esa dirección: es su proyecto Bluesky. La idea es la de que los usuarios tengan más poder de elección en qué ven, con una curación de contenidos a medida. Incluso, podrían importar a una sola app todos sus feeds sociales.
Todas esas ideas son planes de trabajo a futuro y lo más probable es que, como aventura el Times, tardemos aún años en ver los resultados. Pero si la idea sigue adelante y si logra sus visiones más ambiciosas, cambiará por completo la idea de qué es una red social y, sobre todo, cómo se ven sus contenidos. Quizás también cómo se ven sus anuncios.