Por Redacción - 17 Mayo 2022
La gran noticia sorpresa en el mundo de la tecnología y de las compras corporativas en las últimas semanas fue el anuncio de la compra de Twitter por parte de Elon Musk. El anuncio llegó con varias capas de drama ya añadidas, porque Twitter no estaba en venta y la primera reacción de la compañía fue la de posicionarse fuertemente contra el movimiento. Al final, acabaron aceptando la oferta de compra, pero eso no ha servido para minimizar los golpes dramáticos o para, parece, garantizar una transición tranquila.
El proceso de compra de Twitter sigue siendo una fuente que parece casi inagotable de dramas y de titulares llamativos. Y estos últimos días han sido una muestra perfecta de la situación. Elon Musk está usando su cuenta de Twitter para posicionarse frente al mundo y para dar titular tras titular.
¿Sigue la compra rumbo al cierre? Las últimas grandes declaraciones de Elon Musk apuntan a que, al menos, está presionando a la dirección de la red social. Según publica The Washington Post, Musk acaba de asegurar que la compra "no puede seguir adelante" hasta que Twitter no dé más datos sobre las cuentas falsas. Musk quiere que Twitter le de pruebas de que menos del 5% de los usuarios de la plataforma son cuentas falsas. Según sus estimaciones, las cuentas falsas serían cuatro o cinco veces más que las que Twitter asegura que tiene.
El movimiento no es un simple brindis por la transparencia. En su perfil en la propia Twitter, respondiendo a otro perfil, Musk ya insinuó que su oferta estaba basada en los datos disponibles. Como recuerda el Post, Musk podría esta creando un clima que le favorezca mientras renegocia el precio de la compra a la baja. En una conferencia en Miami, recoge el diario, las palabras de Musk podrían haber insinuado que quiere posicionarse con una oferta por debajo de la inicial.
Pero lo cierto es que este anuncio no es exactamente nuevo: Elon Musk ya hizo varios movimientos en este último fin de semana que llenaron el proceso de compra de tensión dramática.
El primero fue uno que llevó a un cierto pánico sobre el propio proceso de compra – uno que hizo que las acciones de Twitter cayeran en bolsa – porque Musk tuiteó a golpe de viernes que el acuerdo de compra estaba en pausa, puesto que quería más detalles sobre las cuentas falsas y el spam en Twitter antes de seguir adelante. El tuit creó un inmediato frenesí. ¿Estaba el acuerdo de compra en cuestión? ¿Se iba a quedar todo en agua de borrajas? ¿Y qué podría significar para Twitter que eso pasase?
Después de crear la tormenta, Musk echó el freno un par de horas más tarde, también con un tuit. Anunció que seguía comprometido con el proceso de compra. Como recuerdan en The New York Times, todo este movimiento recuerda cómo la compra está siendo un proceso más bien improvisado, que se mueve por los intereses del momento del propio Musk. Dar marcha atrás en el acuerdo de compra, recuerda el Times, no le saldría nada barato. En el acuerdo con Twitter hay previsiones sobre cómo y cuánto debería pagar y también blindajes que harían que la compra tuviese que seguir adelante sí o sí.
Este movimiento podría haber sido ya lo suficiente dramático como para servir para todo el fin de semana, pero lo cierto es que Musk ha seguido generando titulares. A golpe de domingo – y el tuit es ahora mismo el que está fijado en su perfil – lanzó un tuit señalando que "estás siendo manipulado por el algoritmo en maneras que no te das cuenta" y explicando cómo cambiar el feed de Twitter para ver los contenidos por orden cronológico y no vía selección del algoritmo. En siguientes tuits ha señalado que no cree que sea una cuestión de “malicia” pero ha seguido atacando al algoritmo.
Por supuesto, todos estos movimientos y todas estas declaraciones están creando una mayor tensión entre Musk y la propia Twitter. Twitter ha acusado a Musk de violar los acuerdos de confidencialidad firmados en el proceso de negociaciones. Si lo sabemos es porque el propio Musk lo ha contado, como no, en Twitter. "El departamento legal de Twitter acaba de llamar para quejarse de que he violado el acuerdo de confidencialidad al revelar que la muestra para encontrar cuentas automatizadas es de 100. Esto acaba de pasar", ha asegurado.
En todo este proceso, Twitter se está manteniendo en discreto segundo plano y no está dando visiones oficiales de estas cuestiones, pero las declaraciones de Musk no hacen más que atacar la línea de estrategia de la compañía y las decisiones de su personal. Cuando termine la compra no parece esperable que Musk se vaya a encontrar a unos profesionales entusiasmados con su llegada.