Por Redacción - 18 Junio 2021
Facebook ha pasado ya por el ciclo de la vida que sufren muchos productos y se convirtió en una especie de ejemplo perfecto de cómo los grandes de internet pueden morir de éxito. Facebook arrancó como un servicio pensado para jóvenes y muy limitado a ellos. Para poder abrirte una cuenta debías tener una cuenta de una de las universidades de EEUU en las que iban abriendo su servicio.
Eso hizo rápidamente que se convirtiese en algo casi de objeto de deseo y, sobre todo, que se vinculase con lo moderno y lo joven. Aunque después cualquiera con cualquier dirección de email podía abrirse una cuenta, Facebook seguía siendo lo último, lo molón y lo de la juventud.
Por supuesto, esos primeros usuarios fueron creciendo, pero ese no fue el único problema de Facebook. La red social se hizo brutalmente popular y empezó a llegar a cada vez más grupos demográficos. Esto hizo que el crecimiento de Facebook fuese arrollador y que la red social se convirtiese en el elemento más deseado por las marcas. También, es lo que acabó convirtiéndose en el beso de la muerte.
¿Qué es lo que le pasó a Facebook? Básicamente, dejó de ser un lugar guay. Cuando a los jóvenes adultos les pidió amistad su padre y su abuela, Facebook dejó de ser el lugar en el que publicar fotos con sus amigos y de hacer postureo para convertirse en un espacio un tanto incómodo. Primero, los usuarios jóvenes se abrían Facebook pero lo dejaban ahí, como algo que tienes. Luego, directamente se pasaron a otras redes sociales y pasaron de ella.
Dejar de ser trendy es un problema - aunque Facebook era el dueño del que fue el primer objeto de deseo de los jóvenes, Instagram - pero quedaba mucha población de mediana edad por conquistar y que hiciese que los números siguiesen siendo positivos. Al final, simplemente había que pivotar a quién se le vendía publicidad, pero se seguía creciendo.
La cuestión es si ese crecimiento ha tocado fondo y si la mediana edad también se ha hartado de la red social. El impacto de Facebook en la política, la polarización y las fake news en los últimos años ha hecho que la reputación del servicio haya caído. También, ha logrado que muchos de sus usuarios se hayan quemado. Y, quizás, a todo esto hay que sumarle también un cierto cansancio general ante el servicio.
Los datos que llegan del mercado estadounidense no son especialmente optimistas y el que no lo sean es un problema para Facebook importante. Lo es puesto que ese mercado es el que sus inversores tienen especialmente en cuenta y también porque suele funcionar como una especie de aviso de lo que sucederá luego en otros lugares.
Facebook va a registrar este año el crecimiento más lento en usuarios nunca antes registrado, como establece eMarketer. En 2021, el número de usuarios mensuales que la red social tiene en EEUU crecerá por debajo del 1% interanual. La cifra exacta será del 0,8%.
En parte, que este número sea tan bajo se explica porque Facebook tuvo un inesperado buen año en 2020 por el efecto de la pandemia. En 2020, el crecimiento interanual fue del 3,3% porque la gente estaba pasando más tiempo ante sus pantallas y ante los contenidos. eMarketer concluye que eso también hizo que se acelerasen algunos cambios que hubiesen sucedido, si todo hubiese sido normal, más tarde.
Sin embargo, las cosas no van a mejorar en el futuro inmediato. Facebook seguirá creciendo muy poco en los próximos años. Las cuentas de la consultora apuntan que será un 1% en 2022, un 1,1% en 2023, un 1,2% en 2024 y un 1,1% en 2025. Es crecimiento plano, tanto que Facebook se quedará estancado en un número en términos de peso en el mercado. El 60,9% de los usuarios de internet será este año usuario activo mensual de Facebook (un 61% en 2020) y ese porcentaje seguirá siendo el mismo hasta 2025.
Además, y de forma paralela, Facebook seguirá viviendo un "éxodo de gente joven", como señalan en eMarketer, perdiendo millones de usuarios de las demografías de menos de 25 años.
Y, aunque Facebook seguirá siendo la red social con más usuarios en números absolutos en EEUU, esta tendencia no deja de ser preocupante.