Por Redacción - 19 Abril 2022
LinkedIn se ha convertido en el escaparate en el que se muestra cómo somos en nuestro entorno profesional. Todo el mundo parece haber interiorizado que es dónde buscan quienes necesitan talento, pero también que se ha convertido en un entorno en el que confirman quienes somos y que hemos hecho.
Es un CV siempre accesible y visible para muchas personas, que además trae el añadido de que - como todas las redes sociales - obliga a estar actualizando de forma recurrente y además a mostrarse siempre de la mejor manera. LinkedIn obliga a parecer siempre muy capaz e inteligente, a publicar todos los días lo que confirme nuestra valía.
Quizás por ello, en los últimos años ha aparecido también la idea de que en LinkedIn hay también mucho "vende humos", que están siempre haciéndose spam de la manera con más autobombo posible. Pero ¿hasta dónde se puede llegara para intentar vender esa imagen personal lo mejor posible?
Igual que las marcas dejan en manos de terceros sus redes sociales para conseguir el mejor impacto y los mejores datos, ahora también hay quien sigue esas ideas en la búsqueda de la mejor marca personal en LinkedIn. Los escritores fantasma que mantienen el perfil nutrido y con contenidos de la mejor calidad existen y sus tarifas no son lo que se dice moderadas.
Por supuesto, el perfil de quien contrata a escritores fantasma para dar vida a su LinkedIn no es tampoco uno cualquiera. Según una investigación de Insider, quienes están apostando por estos profesionales son ejecutivos que quieren asentar una marca personal.
Los escritores fantasma irán en aumento, porque, como señala el medio estadounidense, cada vez se es más consciente del papel que tienen las redes sociales en la carrera profesional. No son pocos los que aspiran a convertirse en un influencer de LinkedIn, un profesional popular, seguido y cuyas palabras son leídas con interés por su industria.
Sobre todo, lograr esa posición da un caché que impacta también fuera de la red social. Como recuerda un directivo de una agencia de contenidos en el análisis, el contenido en LinkedIn es cada vez más eficaz, por lo que ya no vale con simplemente subir tus trabajos. Hay que dotar al perfil de contenidos y trabajarlo.
Para dar respuesta a la demanda ya existen escritores freelance y agencias de marketing que ofrecen esos servicios de marketing de contenidos. Una de las agencias con las que habló el medio cobra la friolera de 695 dólares por hora de escritura. De hecho, las fuentes de la industria con las que ha hablado el medio reconocen que la demanda se ha disparado en los últimos años, lo que ha llevado a que los precios se disparen. La media ya está en los 500 a 700 euros por hora, con facturaciones que se mueven entre los 2500 y los 10000 dólares mensuales.
Y las expectativas es que la demanda siga subiendo, porque los contenidos en LinkedIn se van haciendo cada vez más y más populares. Ahora ya tienen peso. Mañana lo tendrán todavía más.
En general, lo más habitual es que quienes escriben - en secreto, claro - esos contenidos sean periodistas o copywriters. La escritura es, al final, un poco en esa línea, porque si los profesionales que los contratan lo hacen es porque quieren contenidos de ultra calidad.
Ellos mismos no tienen tiempo para hacerlo, como reconoce un directivo que usa escritores fantasma para crear los contenidos que sube a LinkedIn.
