Ante la multitud de canales y el apogeo del entorno online, el punto de venta físico tiene que reinventarse. El consumidor, saturado, exige un valor añadido, una experiencia o relación con la marca.
La tecnología es una magnífica herramienta que puede ayudar a una marca a lograr engagement. A través de ella, se establecen relaciones entre los consumidores y así se logra la compra experiencial. ¿Pero cómo se deben aplicar las nuevas tecnologías al retail tradicional?
Out Doors
Desde fuera de la tienda destacan las Interactive Windows. El escaparate es la llamada de atención del cliente potencial.
La marca Ben Sherman ha incorporado en sus escaparates tecnología puntera en su concept store de Carnay street. Y es que a nadie le resulta indiferente un escaparate interactivo donde eliges la prenda que quieres ver expuesta detrás de los cristales. Un carrusel va moviéndose y mostrando la ropa y el usuario mediante un mando puede seccionar qué prenda quiere ver con detenimiento y desde todos sus ángulos.
In Doors
Una vez que se ha captado al cliente desde fuera y entra en la tienda, no se le puede decepcionar, por lo que hay que cuidar de especial manera el valor experiencial del punto de venta.
Timberland es un gran ejemplo de storytelling. Mediante pantallas táctiles distribuidas por sus concepts stores ofrece una historia para el cliente.
El producto y su precio ya no importan tanto como la experiencia de compra. Es la primacía del valor de lo intangible, algo que las marcas sólo lograrán dotando a los clientes de entornos interactivos.