
Data scientist, el deseado intérprete y profesional clave del big data
Por Redacción - 19 Agosto 2014
El big data es una de las tendencias de moda en el mundo de las empresas. La avalancha de datos ha hecho que las compañías puedan contar con un volumen de información sobre sus consumidores que nunca antes habían podido tener y que les permite tomar decisiones mucho más efectivas a la hora de lanzar sus productos o a la hora de acercarse a sus potenciales clientes. Ahora no se sabe solo que se quiere llegar a un target concreto: también se sabe cómo es realmente ese grupo de consumidores. Se sabe lo que les gusta, se sabe cómo consumen y se sabe qué decirles para que les guste lo que oyen.
Pero a pesar de que el big data es vital - y muy importante - a la hora de tomar decisiones de negocio, no son los profesionales del marketing o de la administración los que se han convertido en los trabajadores elementales para sacar todo el provecho del big data. El profesional clave en esta revolución de los datos (y por el que las empresas se pelearán de forma recurrente en los próximos años) será el científico de datos, el data scientist.
Según estimaciones de Gartner, en 2015 se crearán 4,4 millones de empleos en todo el mundo relacionados con el big data y, solo en Estados Unidos, por cada puesto de trabajo relacionado con el big data de forma directa se crearán de forma indirecta tres nuevos empleos en otras áreas gracias al empuje del big data. "Pero supone un reto", explicaba Peter Sondergaard, vicepresidente senior en Gartner y jefe global de investigación. "No existe talento suficiente en la industria. Nuestros sistemas públicos y privados de educación nos están fallando. Así pues solo un tercio de los puestos de TI se cubrirán. Los expertos en data serán un bien escaso y valioso". Los líderes de las empresas, aseguraban, tendrán que luchar por ellos y los trabajadores de los departamentos de TI tendrán que actualizarse para poder cubrir esas necesidades. "Esos trabajos son el futuro de la nueva economía de la información", destacaba Sondergaard.
No es de extrañar, por tanto, que hace unos años Harvard Business Review, una de las revistas más influyentes del mundo de los negocios, dedicase su portada a esta profesión y la bautizase como "la más sexy de la década". El nombre data scientist no es nuevo. Data science se usaba ya en los 60, aunque no era un término popular y, sobre todo, no significaba lo que significa ahora. En 2009, Troy Sadkovsky, la usó para dar nombre a un grupo de LinkedIn en la que se hablaba de la profesión y que era, por cierto, la que él desempeñaba. LinkedIn, por cierto, también tenía a sus propios científicos de datos y fue uno de ellos el que descubrió cómo establecer los lazos de unión que hacen que ahora sus usuarios vean en sus perfiles recomendaciones de otras personas con las que quizás también tengan relación profesional.
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