Los hogares serán cada vez más inteligentes y contarán con cada vez más elementos que lo sean. Tanto es así que, según la última previsión de Gartner sobre la materia, en 2022 la media de dispositivos inteligentes que habrá en cada casa habrá alcanzado la impresionante cifra de 500 dispositivos. Sin embargo, la conversión de los hogares en espacios inteligentes será un poco lenta en la década siguiente, ya que, como explican desde Gartner, los ciclos de vida de algunos de los dispositivos del hogar son de entrada largos (los consumidores no compran una lavadora cada año) pero en la próxima década se habrá alcanzado una cierta madurez en el mercado.
"Prevemos que una amplia línea de equipamiento doméstico se convertirá en smart, en el sentido de ganar cierto nivel de percepción e inteligencia combinado con la habilidad de comunicarse, muchas veces sin cables", explica en la nota de prensa de presentación de las predicciones Nick Jones, vicepresidente y analista en Gartner. "Los dispositivos más sofisticados incluirán funciones de percepción y control remoto", señala.
Los hogares inteligentes se convertirán, por tanto, en algo más bien mainstream. El internet de las cosas es una de esas tendencias recurrentes de las que se está hablando en los últimos años y que se ha convertido en una de las promesas para el futuro inmediato. Los electrodomésticos serán inteligentes y permitirán a las marcas y a los consumidores hacer muchas más cosas de las que se hacen ahora. La nevera, por ejemplo, podrá ser quien escriba la lista de la compra (e incluso hacer la compra cuando las cosas se están acabando).
En la última IFA, que se acaba de celebrar en Berlín, entre la lista de productos presentados había muchos de la primera avanzadilla de este hogar inteligente. En el dossier de productos estrella de LG, por ejemplo, había una aspiradora más eficiente e inteligente CordZero o una lavadora que puede descargarse programas de lavado más eficientes. Hasta Miele, una firma que no es lo que se diga una habitual en las publicaciones tech, ha conseguido aparecer en los medios de referencia de tecnología con un robot de aspiración ligeramente inteligente y con una lavadora que se controla vía app.
información para el big data serán mucho mayores y llegarán hasta lugares en los que no se había conseguido entrar (o en los que se conseguirán datos mucho más realistas o detallados).
Según Gartner, este boom de los datos podría suponer uno de los riesgos principales para la adopción de los dispositivos conectados. El uso inapropiado de la información podría generar una reacción (y no positiva) por parte de los consumidores. Para ellos, las cuestiones relacionadas con la privacidad y lo que las empresas podrán saber de ellos vía dispositivos inteligentes son ya unas de las más preocupantes, así que para analizar la información que se generará las compañías tendrán que tener cuidado, ser claras y sobre todo respetuosas.
Las auditorías externas que estudien qué se están haciendo con los datos (y confirmen que están siguiendo buenas prácticas) podría ser una de las mejores soluciones, según la consultora, para que las empresas no vean como una mina de información y una oportunidad de negocio se convierta en un agujero negro en su relación con los consumidores.