Por Redacción - 24 Marzo 2015
Parece que, poco a poco, la alianza entre los consumidores y la realidad virtual se está consolidando. Al menos es lo que se desprende del estudio de la compañía Walker Sands "Future of Retail", en el que se subraya que dos de cada tres consumidores estarían dispuestos a incluir la realidad virtual dentro de sus experiencias de compra. Una buena noticia para las empresas pertenecientes al comercio minorista, pero no la única, ya que el 63% de los encuestados por esta firma aseguraron que incluso estarían dispuestos cambiar sus hábitos de compra.
Estos datos reflejan los beneficios que la realidad virtual viene anunciando desde hace tiempo a los retailers, de los cuales se pueden beneficiar directamente y a través del comercio electrónico. Y es que, físicamente, esta novedosa tecnología permite a los comerciantes visualizar el comportamiento de los clientes potenciales así como medir los efectos que puede tener en un público objetivo determinado cualquier cambio del punto de venta.
Da igual que este sea un layout, la incorporación de material PLV, las zonas calientes y frías del establecimiento o la ubicación idónea de los productos. En este sentido, la realidad virtual funciona positivamente para alcanzar el propósito al comercio minorista de si la implementación de estos cambios permite que el cliente se sienta mejor en un local determinado. Algo que, lógicamente, se traduce en una mejora y aumento de los resultados de venta de aquellas empresas que introducen esta tecnología en sus estrategias de marketing y publicidad.
De hecho, aunque la realidad virtual surgió escépticamente para los comerciantes, especialmente para los minoristas, cada vez son más las organizaciones que cuentan con las ventajas que esta tecnología les ofrece. De hecho, estas técnicas funcionan como una herramienta de enorme utilidad en el día a día de las empresas y las aplicaciones de la misma son tan amplias como diversas. Las mismas pueden pasar desde la medicina hasta la arquitectura, desde el ejército hasta la educación. Y así la lista es interminable.
Pero fundamentalmente la realidad virtual funciona como una consolidada herramienta de marketing. De hecho, sus utilidades abarcan desde el conocimiento de las fobias que presentan los consumidores hasta el análisis y concreción de cuáles son los entornos comerciales más agradables y posibles para generar una experiencia de compra memorable para los consumidores.
Aceptación de los consumidores
Ahora, esta tecnología puede adentrarse en las profundidades del comercio electrónico y su modalidad minorista. Una tecnología cuya implantación ahora está permitida y justificada en las empresas, ya que la aceptación de los consumidores es cada vez más elevada. Así, según asegura el informe de Walker Sands, el porcentaje de usuarios que está dispuesto a utilizar la realidad virtual ha experimentado un importante salto hacia adelante. Así, los resultados registrados por la compañía se situaban en el 37% de aceptación positiva, lo que demuestra que en tan solo doce meses las tornas han girado 180 grados.
En el mismo sentido, este informe subraya que casi la mitad de los encuestados, en concreto un 49%, reconoció que está ansioso por probar el Oculus Rift, a pesar de que la versión de este producto para este tipo de consumidor general aún no está disponible. En el mismo sentido, un tercio de los encuestados incluso llegó a afirmar que estaba interesado en comprar el dispositivo.
Los motivos del cambio
Pero, ¿cuáles son los motivos por los que la realidad virtual puede adentrarse en el comercio minorista? ¿Qué lleva a los clientes a aceptar esta tecnología hasta ahora desconocida y, especialmente, elevada para sus bolsillos? La mayoría de ellos (un 35% de los encuestados) sostiene que la realidad virtual les permitirá realizar sus compras online de una manera mucho más fácil, puesto que esta tecnología les permite experimentar una sensación de "realismo" que va mucho más allá de la de un producto.
Esta cualidad es especialmente positiva para el comercio electrónico, ya que se ha considerado, tradicionalmente, una barrera para materializar las compras el hecho de que los consumidores no pudieran acceder a los productos. Asimismo, un 25% de los preguntados señaló que contar con un caso de acceso a la realidad virtual, como es el caso de Oculus Vr pero también de Hololens o incluso de las Google Glasses, fomentaría su tendencia a comprar online y dejaría de visitar las tiendas en persona.
La competencia empresarial
A pesar de que aún no está disponible para los consumidores de a pie, la compañía liderada por Mark Zuckerberg, Facebook, adquirió el pasado año este novedoso aparato. ¿Su precio de venta? 2.000 millones de dólares. Todo apunta a que su lanzamiento oficial al mercado está previsto para el próximo mes de abril pero con la adquisición de esta compañía el producto ha sufrido cambios. Todos ellos positivos, no obstante.
A la misma se le han añadido nuevas aplicaciones y capacidades para la realidad virtual, con las que los comerciantes podrán aumentar el compromiso social de los clientes. Una tendencia que ya marcó, hace un par de meses, el lanzamiento de Windows 10 y la sorpresa que tenía incorporado este evento: la presentación de Holoens, en cuya presentación se remarcó la capacidad de esta tecnología, que se definió como "la más avanzada plataforma de computación holográfica".
Y es que a través de ella los consumidores podían acceder a múltiples simulaciones y apreciaciones, desde conocer la superficie de Marte hasta percibir nítidamente un recetario delante de los muebles de su cocina. Está por ver si del dicho, de este estudio, al hecho, que tendrá lugar en unos meses, la realidad virtual irrumpe en el comercio minorista.