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¿Por qué los wearables no están conquistando a los consumidores más jóvenes?

Los millennials conocen los wearables, pero no los están usando

Por Redacción - 4 Agosto 2015

Los wearables se han convertido en uno de los temas de moda y en uno de los elementos que están despertando más interés entre marcas y fabricantes para sus estrategias futuras. Para los segundos, el potencial de estos dispositivos está claro. Son una nueva oportunidad de negocio que no solo creará ventas directas con los propios terminales sino que además permitirá crear nuevas ventanas de productos en un futuro próximo. Para las primeras, los wearables son una herramienta con mucho potencial para crear una relación mucho más estrecha con los consumidores. No solo creará nuevas ventanas para la publicidad y los mensajes de marca, sino que abrirá nuevas posibilidades para llegar al consumidor, conociéndolo mucho más de cerca y generando nuevas formas de impacto.

Además, parece claro que estos dispositivos pueden ser una llave para llegar a los grupos demográficos que resultan más escurridizos para los anunciantes. Los wearables son una herramienta para alcanzar a los millennials, esos consumidores a los que las marcas les cuesta tanto entender y a los que no se puede conquistar empleando las mismas herramientas que se usaban en el pasado. Pero ¿son realmente los wearables el próximo boom entre los miembros de la Generación del Milenio?

Los consumidores más jóvenes tienen bastante claro en general qué son los wearables. Según un estudio de Ipsos para Tuenti sobre una muestra española de consumidores, cerca del 62% de los consumidores de esta franja demográfica asegura que sabe lo que son los wearables o, como también los llaman en los resultados de la encuesta, los "dispositivos tecnológicos para vestir".

Pero a pesar de que el conocimiento de lo que es un wearable es bastante elevado, pocos son los que tienen uno de estos terminales. Un 18,2% de los consumidores jóvenes en España posee un wearable (la cifra crece hasta el 29,5% si se toman los datos únicamente de quienes saben lo que es uno de estos dispositivos). Los wearables más populares son los que están relacionados con la salud y con el deporte. De hecho, un 60% de quienes tienen un wearable asegura que posee una smartband (las pulseras inteligentes tipo Fitbit, que permiten trackear las prácticas deportivas). La salud es el uso principal que se le da a estos terminales. Un 86,4% asegura que posee un wearable para monitorizar datos sobre salud y deporte.

Tras las pulseras de fitness, los relojes inteligentes son los más populares. Un 48% posee un smartwatch (y muy pocos unas gafas inteligentes como las Google Glass).

Quizás eso explica los bajos porcentajes que los consumidores otorgan a otros usos más allá de la salud a sus dispositivos inteligentes. Menos de un 20% asegura que lo usa para acceder a contenido multimedia y un porcentaje similar que emplea estos dispositivos para emplear apps y para acceder a contenidos basados en geolocalización. Muchos menos (por debajo del 5%) acceden a contenidos de realidad aumentada y a juegos desde sus wearables.

Por qué conocen pero no usan

¿Por qué no usan más los wearables? Posiblemente la razón por la que los consumidores los conocen pero no los adoptan de forma masiva está en el precio. Según un estudio de BI Intelligence, los wearables están viéndose obligados a enfrentarse a ciertos problemas en su intento por hacerse con el mercado. Por una parte, señalan, son aún "esclavos" de los smartphones o de las tabletas si quieren realmente llegar a conseguir su funcionalidad completa. Por otro, tienen un problema de percepción. Los consumidores no saben aún realmente como estos dispositivos pueden beneficiarles.

Los consumidores ven además problemas concretos relacionados con la usabilidad exacta de estos dispositivos. Según los datos del estudio de Tuenti, el 52% de los consumidores que tiene un wearable asegura que mejoraría las apps disponibles en estos terminales, un 43% se queja de la poca duración de la batería de estos terminales y un 29% asegura que los terminales son muy poco independientes (una de las razones que también apunta el informe de BI Intelligence).

Las previsiones a futuro son sin embargo muy optimistas. Según los datos de BI Intelligence, se espera que el mercado de los wearables crezca de forma brutal en los próximos años y que pase de los 33 millones de unidades distribuidas de este año a las 148 millones de unidades que se espera para 2019.

Wearables y privacidad

Otro de los problemas de los wearables, y que las marcas deberían solucionar ahora que está en la fase inicial de expansión del producto, es que los consumidores no se acaban de fiar de ellos en cuestiones de privacidad.

Un 43% de los millennials asegura, según los datos de Tuenti, que la privacidad se verá afectada por el boom de estos dispositivos, ya que los consumidores se enfrentan a "tantos dispositivos que perdemos el control de la información que publicamos en internet". Y aunque el 57% restante cree que las cosas seguirán como hasta ahora (al fin y al cabo ya estamos muy conectados) ese 4 de 10 con preguntas sobre privacidad no deja de ser reseñable.

Al fin y al cabo no es el único estudio que muestra un porcentaje destacable de consumidores preocupados por la privacidad en los tiempos de los wearables. Según un estudio de Healthline, una cuarta parte de los consumidores no cree que sus datos estén seguros en todos los dispositivos wearables de salud y un 45% está preocupado porque esos datos acaben en manos de los hackers.

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