Por Redacción - 20 Abril 2017
¿Está pensando Google en tirar piedras contra su propio tejado? La compañía está trabajando en una herramienta de adblocker, que espera introducir en Chrome como una característica más y que funcionaría tanto en escritorio como en móvil. La herramienta eliminará de la navegación ciertos tipos de anuncios, que dejarán de molestar al consumidor mientras recorre la web.
Por el momento, nada de esto es oficial, aunque la fuente que ha alertado de los planes de la compañía es tan fiable que casi se podría dar por hecho. La filtración se ha producido por parte de gente cercana al producto que ha hablado con The Wall Street Journal. Según los datos del muy fiable medio estadounidense, el lanzamiento de este cambio en Chrome se realizará en unas semanas. Google está aún limando algunas cuestiones.
¿Cómo funcionaría el adblocker de Google? En lugar de acabar con todos los anuncios de una web, podría simplemente impedir que se viesen aquellos que resultan molestos o que están por debajo de los estándares de lo que es buena publicidad. Por ello, formatos como los vídeos en autoplay, los anuncios pop-up o los prestitial con cuenta atrás podrían entrar dentro de la lista de anuncios prohibidos.
Sea como sea, que Google se lance a hacer algo así parece no solo llamativo sino también un tanto contraproducente para ellos mismos. Al fin y al cabo, los ingresos de Google están muy ligados a la publicidad, lo que hace que en cierto modo parezca que estén lanzando piedras contra su propio tejado.
Por qué Google hace esto
Como apuntan en Business Insider, el movimiento podría empujarlos a ser el objeto de muchísimas críticas, ya no solo por lo que supondría para el mercado que un navegador con tanta cuota de mercado bloquease la publicidad como lo que implicaría que Google no bloquease sus propios anuncios (que es con lo que especulan en este medio). Google podría meterse de serie en la lista blanca publicitaria.
Chrome no sería el primer navegador del mercado en contar con un adblocker de serie, ya que otros antes lo han incluido. Opera ya tiene también adblocker que impide ver ciertos anuncios, aunque Opera no tiene detrás la cuota de mercado de Chrome y, sobre todo, no tiene detrás a uno de los competidores de la industria publicitaria.
Que Google entrase en el mercado de los adblockers podría ser, sin embargo, un movimiento puramente defensivo. A medida que los sistemas de bloqueo de la publicidad no paran de crecer, la compañía está, simplemente, intentando ser quien lo controla y quien impone las reglas del juego, en lugar de quedar a merced de las decisiones y movimientos de otros. Si los consumidores usan su propio adblocker, Google puede controlar qué se bloquea y qué no y no queda desprotegido ante las presiones ajenas.
Por supuesto, Google no ha comentado nada sobre el tema y no ha entrado a valorar rumores (nunca lo hace). El movimiento además podría quedar en nada (lo que hace que la filtración tenga un cierto matiz de globo-sonda), ya que las mismas fuentes del Journal señalaron al diario que Google aún podría echarse atrás con la cuestión.