Por Redacción - 9 Enero 2018
Una de las acusaciones que se hacen de forma recurrente en lo que a las nuevas tecnologías toca y en lo que a los dispositivos electrónicos respecta es que han cambiado cómo nos relacionamos con los demás y han hecho que las relaciones se hayan convertido en algo mucho menos humano de lo que eran hasta ahora. Las redes sociales, señalan, están acabando con las relaciones humanas, como lo están haciendo también los móviles, los servicios online y las últimas innovaciones en tecnología.
La posición suele ser contestada por otros expertos y analistas, que señalan que en realidad lo que ha cambiado es el modo en el que nos relacionamos. No es que la tecnología nos haya hecho menos sociales, es que simplemente socializamos de otra manera.
Aunque, quizás, el impacto de los cambios sea mucho más amplio de lo que estos expertos suelen señalar.
Esto es lo que se puede deducir de los resultados del estudio que la británica Office for National Statistics (ONS) acaba de presentar. El organismo acaba de lanzar un estudio en el que compara los tiempos de socialización tradicional antes y después del boom del móvil y ha llegado a la conclusión de que ahora mismo socializamos menos o lo hacemos ya no como era.
El uso del móvil cada vez más creciente ha hecho que en los últimos tiempos se reduzca el tiempo que la gente destina a estar con sus amigos y con su familia, o al menos ese es el resultado al que llega el estudio tras estudiar los tiempos y los comportamientos de los consumidores. Entre 2000 y 2015, el tiempo que pasan cara a cara socializando las personas ha caído en un 12,7%. Ahora mismo, los ciudadanos se ven unas seis horas menos cara a cara de las que se veían quince años atrás.
Y esto está cambiando la esencia de las relaciones, o al menos eso es lo que alertan los expertos responsables del estudio. "La gente puede estar usando el móvil para socializar cuando están viendo la televisión, pero eso no es necesariamente comunicación cara a cara", explican en las conclusiones. A medida que usar estos dispositivos es más fácil y más simple y a medida que tenemos más cosas en internet, es más probable que nunca que no salgamos y que socialicemos vía estos terminales. Las apps y la red permiten que hablemos con nuestros amigos "pero siguen haciéndolo en soledad", alertan los expertos.
A eso se suma que, en los últimos quince años, el tiempo destinado a salir y hacer actividades de ocio también ha cambiado. Los encuestados destinan menos tiempo a salir a hacer deporte o a actividades culturales del que destinaban en el pasado. En el caso de los jóvenes, por ejemplo, un tercio de su tiempo de ocio acaba destinado a mirar diferentes pantallas móviles.
Los resultados del estudio son bastante llamativos y muestran un cambio en la tendencia que tendrá ramificaciones poderosas para marcas y empresas. Los ciudadanos están cada vez más tiempo pegados a una pantalla, pantalla llena de mensajes y a la que llegan todavía más, pero también están cambiando sus hábitos y costumbres, lo que hace que haya que volver a comprender cómo conectar con ellos y qué se debe hacer.