Por Redacción - 21 Junio 2018
Todo apuntaba a que Amazon iba a ser el primero en aterrizar en el mercado de los asistentes de voz vía altavoz inteligente en España. Al fin y al cabo, lleva ya unas cuantas semanas preparando las cosas. Si se busca Alexa en el buscador de su tienda online en España, un banner indica: "¡Este año llegan Echo y Alexa a España!".
"Echo es un altavoz inteligente diseñado para que lo controles con la voz. Con él podrás acceder a Alexa desde cualquier parte de la habitación sin moverte", explican una vez que se hace clic en el banner, sin dar muchos más datos sobre cuándo llegará finalmente su asistente de voz y su altavoz inteligente pero invitando a suscribirse. Hace unas semanas se sabía también que Amazon estaba dejando probar a algunos usuarios el altavoz, regalándoles para ello un Echo.
Aunque Amazon parecía muy bien posicionado en la parrilla de salida, alguien se le ha adelantado. Quien entre hoy en Google se encontrará con un aviso en el footer que le señala que Google Home ya está en España. Compañías como MediaMarkt habían enviado un emailing espacial a sus usuarios avisándolos también de que ya lo tenían en venta.
Google ha lanzado, por 59 euros, la versión Mini de su altavoz. "Google Home Mini es un altavoz inteligente con el Asistente de Google integrado, que te ayudará cada vez que lo necesites", venden en el site que han destinado al altavoz. En la web se destaca sus funciones de entretenimiento, acceso a la información y asistencia (como pidiendo que mida el tiempo para hacer un bizcocho).
Y, aunque que un producto haya entrado en el mercado antes que el otro puede marcar mucho las cosas para cada una de las compañías implicadas, la cuestión para las marcas y las empresas en general no está ahí. Que los usuarios empleen Google Home Mini o Echo con Alexa es menos relevante que lo que la llegada de la categoría supone.
Con la irrupción de Google Home y con el efecto llamada que esto tendrá, sumado a los planes de Amazon, el mercado de los asistentes de voz para el hogar ha llegado de modo sólido a España y las empresas tendrán que empezar a prepararse para ello.
Porque los asistentes de voz no solo ayudarán a medir el tiempo en el que se tarda en hacer un bizcocho o te pondrá música de fondo (Google, por cierto, acaba de lanzar también la versión premium de YouTube, con su capacidad para acceder a música, en España), sino que además modificarán muchas cosas. Serán la nueva manera de acceder a la información y obligarán a posicionarse comprendiendo cómo se hacen preguntas, pero también supondrán la nueva manera de interactuar con la tecnología o hasta de comprar.
De hecho, sobre este último punto, una estadística de Nielsen ya lo dejaba bastante claro. Un 56% de los consumidores se muestra ya dispuesto a comprar usando la voz y lo haría en productos diversos, como alimentación, bebidas, cuidado personal o productos para el hogar. Y además están abiertos a que el internet de las cosas les ayude a hacer la lista de la compra.
Esto tiene un impacto sobre cómo se compra y qué se compra, ya que el modo en el que tomamos las decisiones es muy diferente. Solo hay que pensar en cómo pediremos los productos y cómo el asistente tomará decisiones. Lo habitual no será pedir una marca concreta, sino simplemente quiero yogures de fresa. Además, los asistentes también han empezado a ser empleados un poco como guía. En los mercados en los que ya están presentes, los consumidores suelen pedirles que busquen las tiendas más cercanas (que es, por otra parte, lo que hacemos con los asistentes de voz que tenemos en el móvil).
Para las marcas, estos dispositivos podrían tener de hecho un efecto devastador, porque podría empujar a desdibujarlas.
Pero los asistentes de voz no solo obligarán a las marcas a replantearse cuáles son sus marcadores de identidad o a establecer nuevas estrategias en SEO o en posicionamiento en tiendas online, sino que también creará un mercado de oportunidades.
Ahí está, por ejemplo, el terreno de todos los contenidos vinculados al sonido. Los altavoces inteligentes podrían dar un impulso al mercado de los audiolibros y posicionarlos de un modo mucho más claro, por poner un ejemplo concreto. Para las marcas y las empresas, crearán nuevas oportunidades en marketing de contenidos y abrirá la puerta a nuevas estrategias para llegar a las audiencias.
Por otra parte, se abren también nuevas capacidades y nuevas oportunidades en lo que a publicidad se refiere. Los asistentes se podrían convertir en la cuarta pantalla publicitaria, en el nuevo escenario a conquistar por parte de los anunciantes, que tendrán además que crear mensajes a medida para este nuevo escenario.