Por Redacción - 25 Octubre 2018
Uno de los términos que ha aparecido de forma recurrente en las ferias, congresos y encuentros de tecnología es el 5G. Hace unos años, en eventos como el Mobile World Congress, se hablaba de él como un elemento que iba a cambiar las cosas en el futuro y para el que los diferentes players de la industria ya se estaban preparando. En el pasado más reciente, el 5G ya dejó de ser el tema a futuro o una potencial tendencia y pasó a ser algo con fecha clara.
Los fabricantes de móviles cuentan con lanzar smartphones con esta conectividad en 2019 y ya hay quienes apuntan a que en 2019 - o 2020 a muy tardar - se producirá la gran explosión de esta tecnología.
El 5G empezará a ser una realidad comercial en las grandes ciudades de todo el mundo en 2019 y de ahí llegará al resto de los consumidores. Al 4G le llevó una década tener cobertura global, como recuerdan en un análisis publicado en Forbes, pero al 5G le llevará mucho menos. Una previsión de Tirias Research apunta a que logrará desplegarse el doble de rápido de lo que lo hizo el 4G. La industria ha sido capaz de adecuarse al nuevo paradigma y ha logrado responder a las demandas mucho más rápido. Los gigantes de las telecomunicaciones han entrado además al trapo rápidamente en lo que al desarrollo de tecnología para el 5G toca.
Una predicción de IDC Research España apunta hacia dónde irá el 5G en España. "5G será un catalizador fundamental en la digitalización de la industria, influenciado directamente por Industria 4.0", explican en sus previsiones. El sector industrial será quien más saque beneficio de esta tecnología, pero no será la única y no lo será solo en herramientas o soluciones que beneficien solo a la industria.
El 5G será también clave en el desarrollo del internet de las cosas en España, tanto que se espera que el gasto en IoT crezca un 16% hasta 2021. Los operadores de telecomunicaciones ya están empezando a hacer despliegues en prácticas y pruebas e inversiones en el terreno. Telefónica ha desplegado, por ejemplo, 5G en Segovia y en Talavera de la Reina y Vodafone ha empezado a hacer pruebas en vehículos conectados.
Este interés por el 5G y esta premura por hacer un buen desarrollo y uno que fuese rápido tienen su explicación clara. Las operadoras de telecomunicaciones y los fabricantes necesitan desarrollar e implementar esta conectividad porque necesitan dar respuesta a las necesidades y a los hábitos de comportamiento de los consumidores.
En un mercado en el que los usuarios acceden a cada vez más contenidos desde sus móviles y a contenidos que requieren más ancho de banda, como es el caso de los vídeos, se necesita dar el salto a una red que esté más a la altura de estas necesidades. El 5G no solo hará que se vean mejor los vídeos de YouTube o de Netflix en el smartphone, sino que permitirá el desarrollo y la implantación de muchas otras cosas.
Según apuntan desde Gartner, una red 5G será hasta 10 veces más eficiente que una 4G. Como se señalaba sobre España, lo mismo ocurrirá en el resto del mundo: el 5G será clave para el desarrollo del internet de las cosas, el IoT según sus siglas en inglés.
No se trata por tanto solo de que el 5G permita hacer todo lo que ya se hace ahora con el smartphone "mejor y más deprisa", como explicaba un analista a la BBC, sino que además dará la base para desarrollar o asentar mejor el IoT, las ciudades inteligentes, la realidad virtual móvil, la conectividad entre vehículos autónomos o nuevos servicios aún por descubrir. El 5G será la clave para que muchos de esos servicios futuristas de los que siempre se habla y que llevan siendo tendencia emergente en los últimos años exploten.
En el caso de los vehículos autónomos, por ejemplo, las redes 5G permitirán que se pueda intercambiar a la gran cantidad de datos que generarán los coches autónomos, como apuntaban en un análisis de Gartner. Estos pasarán de los 30 GB que generan de media este año al terabyte de 2025. Son datos que hay que subir a la nube y datos que solo una red potente puede soportar. Por tanto, necesitan al 5G.
Tanto es así, que las empresas y las compañías están ya dispuestas a pagar más si pueden conectarse a una red 5G (un 75% reconoce que lo haría).
Para el consumidor final, el 5G no solo traerá más rapidez sino también más potenciales servicios y servicios mucho más de nueva generación. Hay incluso quienes apuntan, como señalaba un analista de Forrester, que es posible que suponga el final de la limitación en el acceso a datos en internet móvil.
Y todo esto tendrá un impacto directo en lo que se hace, el modo en el que se hace y el potencial que las cosas tienen. Lo tendrá a todos los niveles.
Para las marcas y para las empresas, este boom del 5G tocará todos sus puntos, departamento y estrategia de marketing incluidos. Sus consumidores estarán mucho más conectados que nunca y las ventanas de oportunidad serán mayores y más variadas, pero además se estarán generando más datos que nunca sobre cómo son y qué les interesa.