Decir que la tecnología lo está cambiando todo parece ya casi como un cliché, como un lugar común que poco aporta. Es casi una verdad de Perogrullo. Al mismo tiempo, sin embargo, todos esos cambios y todo ese peso creciente que la tecnología tiene en cómo se hacen las cosas se ha convertido en un reto, uno para el que no todo el mundo está igualmente preparado.

Porque aunque pueda parecer que todo el mundo tiene claro que la tecnología está cambiando el mercado, no todo el mundo tiene igualmente claro qué deben hacer con respecto a ello y cómo deben posicionarse para lograr responder a esos cambios.

La lista de quienes no están preparados o que se encuentran paralizados por el miedo ante el impacto de los cambios es muy larga. En ella están, sin muchas dudas sobre su pertenencia, los marketeros. La tecnología ha tenido un impacto notable en el marketing y ha modificado por completo cómo se hacen las cosas.

A los marketeros les han surgido nuevas oportunidades y nuevos terrenos de trabajo, impulsados por novedades como el uso de los datos o la segmentación más eficiente de audiencias. En el nuevo terreno de juego en el que se mueven, pueden conocer mucho mejor a los consumidores, perfilar mucho mejor qué hacen y cómo y conectar de un modo más efectivo son sus potenciales consumidores, siempre que sepan cómo emplear la tecnología y cómo afrontar los retos que genera. Y eso es algo en lo que los responsables de marketing hacen aguas.

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