Por Redacción - 4 Marzo 2020
Cuando la ley europea de protección de datos entró en vigor hace ya ahora casi dos años, se produjo un momento de pánico. La normativa estaba en todas partes y aparecía en todos los medios, protagonista recurrente de las noticias. Las empresas de todo tamaño y de toda condición arrancaron una carrera para comprender qué suponía y para analizar cómo impactaría en su actividad.
Todo el mundo parecía muy preocupado por la norma y por lo que tenían que hacer con ella. Si se pregunta a cualquier consumidor, que durante semanas vio como su bandeja de entrada de correo electrónico se llenaba de mails anunciando y pidiendo cosas para estar al día con la normativa, posiblemente dirá que todas las empresas estaban haciendo algo.
Ahora, sin embargo, tiempo después, la preocupación por la norma ha variado. Eliminado el pánico del primer momento y la presión contextual creciente por cumplir con la normativa y por respetar lo que la norma impone (algo que, en realidad, no pocas de las empresas que estaban enviando aquellos correos electrónicos ya estaba cumpliendo), la percepción de las cosas ha cambiado.
Es posible que las grandes empresas estén muy preocupadas por la normativa - y algunas de ellas ya han protagonizado alguna que otra multa - pero las pymes están en una situación completamente diferentes. Las pequeñas y medianas empresas, ahora mismo, no creen que la GDPR/RGPD vaya realmente con ellas.
Eso es lo que acaba de demostrar un estudio de la Data & Marketing Association. Según sus conclusiones, un tercio de las pymes considera que la norma no tiene un impacto en lo que hacen. Un 38% asegura que no creen que estén bajo el efecto de la ley. Creen que los datos que manejan y con los que están en contacto de forma regular no están afectados por las normas que impone la RGPD.
En general, eso sí, las pymes ven la normativa con buenos ojos. Solo un 18% considera que el impacto que la ley de protección de datos ha tenido en los negocios ha sido negativo. La mayoría cree que las nuevas normas ha tenido un efecto positivo. De ellos, un 54% sostiene que ese efecto ha sido positivo en marketing, un 49% en ventas y un 60% en los procesos internos.
Este no es, además, el primer estudio que deja claro que las pymes tienen todavía una relación complicada con la RGPD. Un estudio de Check Point señalaba hace unos meses que el 48% de las empresas españolas no ha adoptado todavía medidas para cumplir con todos los puntos de la ley, algo que ponía a España por debajo de la media europea. La mayoría de las empresas contaba, eso sí, con planes de mejora para el futuro.
Un estudio de la Agencia Española de Protección de Datos y de Cepyme señalaba que el 63% de las pymes sabía qué era la norma europea y que a un 60% le constaba que tenía que hacer acciones de registro.
Pero el conocimiento general de la norma y sus obligaciones entre las pequeñas y medianas empresas se definía como "moderado". La mayoría abrumadora de las pymes encuestadas reconocía, eso sí, que los datos "deben ser protegidos siempre".