Por Redacción - 25 Junio 2021
El gran terremoto que se avecinaba en el universo del marketing y la publicidad digitales era el de la muerte de las cookies. Google anunció hace unos años que Chrome empezaría a bloquearlas por defecto. La propia compañía ha estado trabajando para crear su propia alternativa a las cookies para la segmentación de publicidad.
Para los demás players, Google dio un margen de tiempo de adaptación. El cambio no empezaría a aplicarse hasta 2022, lo que dejaba años para hacer ajustes. 2020 y 2021 iban a ser la horquilla temporal para trabajar en el cambio.
Esos años han coincidido con la pandemia del coronavirus, algo que lastró los planes y la actividad de los marketeros. A principios de este año, Google dijo que no iba a cambiar sus previsiones: las cookies no iban a tener un período de gracia. "Seguimos creyendo sólidamente que nuestra decisión de dejar de soportar cookies de terceros es lo correcto para la privacidad de los usuarios y la industria en general", explicaban entonces desde la compañía. Con la llegada de 2022 también llegaría el ocaso de la cookie.
Sin embargo, a pesar de estas afirmaciones, finalmente sí habrá período de gracia. Google acaba de anunciar que retrasa el apagón de las cookies a 2023. Esto no quiere decir que las cosas no arranquen en 2022, pero seguirán más etapas.
"Para Chrome, nuestro objetivo específico es tener las tecnologías clave desplegadas para finales de 2022 para que la comunidad de desarrolladores empiece a adoptarlas", explican desde Google.
"Siguiendo nuestro compromiso con la Competition and Markets Authority (CMA) de Reino Unido y en línea con los compromisos que hemos ofrecido, Chrome reducirá progresivamente las cookies de terceros en un período de tres meses, empezando a mitad de 2023 y terminando a finales de 2023", apuntan.
Así, el calendario tendrá dos etapas. La primera empezará a finales de 2022 y será cuando los medios y la industria publicitaria necesitarán migrar sus servicios, para salir de las cookies. Esta etapa estiman que durará unos 9 meses.
Luego seguirá una segunda etapa, que empezará a mediados ya no del año que viene como se esperaba sino del siguiente, 2023. Será ahí cuando se produzca el apagón de las cookies. Entre una y otra etapa se harán pruebas para ver que todo está funcionando de forma correcta.
Como indican en Marketing Dive, este retraso permitirá a la industria publicitaria tener más tiempo para desarrollar sus propias alternativas, algo que estaba ahora mismo generando mucho estrés y mucha presión. Además, no hay que olvidar, añaden, que este anuncio llega en el marco de un crecimiento de la presión judicial contra Google.
La investigación por monopolio de la Comisión Europea es la última que se ha anunciado y ya incluye también la cuestión de las cookies entre los temas que abordará.
Sin embargo, esta investigación está lejos de ser la única. En EEUU también se está investigando si Google incumple o no las normativas antimonopolio. Quizás, por ello, forzar a toda una industria a abandonar un estándar no llega en el mejor momento.