Por Redacción - 26 Septiembre 2023
Los comportamientos y actitudes de los consumidores son un terreno en constante cambio, pero hay un elemento que permanece inmutable en la mente de las personas: el atractivo de las personas influyentes. La capacidad de los influencers para impulsar las ventas y la percepción de un producto sigue siendo una fuerza formidable en el mundo del marketing, lo que subraya la necesidad perenne de que las marcas desarrollen estrategias sólidas en esta área.
Sin embargo, en un mundo en el que las tendencias de las redes sociales fluctúan rápidamente, es imperativo que las marcas actualicen regularmente su comprensión de las expectativas de los consumidores con respecto a los influencers. En este sentido, un reciente informe desarrollado por Morning Consult nos proporciona una instantánea reveladora de qué tipos de personas influyentes están siguiendo los usuarios de las redes sociales, cuánto confían en ellos para recibir consejos y mucho más.
Una de las principales revelaciones que emergen de este exhaustivo informe es la tendencia al alza de la confianza en los influencers, especialmente entre los miembros de la Generación Z y los millennials. Este fenómeno ha experimentado un notable incremento, transformándose en un cambio de paradigma en el mundo del marketing digital. En un lapso de apenas cuatro años, desde 2019 hasta 2023, la proporción de jóvenes que afirman confiar en los influencers de las redes sociales ha ascendido de manera extraordinaria, pasando del 51% al impresionante 61%.
Este incremento vertiginoso de la confianza en los influencers arroja luz sobre la creciente influencia que estas personalidades ejercen sobre las decisiones de compra de la generación más joven. Cada vez más, los consumidores encuentran en los influencers una fuente confiable de recomendaciones y consejos sobre productos y servicios. Este cambio representa un fenómeno cultural y social de gran relevancia, que merece ser desglosado y comprendido a fondo.
La Generación Z y los millennials, caracterizados por su profunda inmersión en el mundo digital, están liderando esta revolución en la percepción de los influencers. Estas generaciones han crecido con las redes sociales y han visto evolucionar el concepto de influencia en línea desde sus inicios. Ahora, no solo siguen a sus influencers favoritos para mantenerse al día con las tendencias, sino que también los consideran como fuentes legítimas de información y orientación en sus decisiones de compra.
Otro hallazgo notable es que, aunque el contenido creativo y aspiracional sigue siendo relevante, lo que más valoran los consumidores es la autenticidad e inteligencia de los influencers. La belleza superficial se ha visto superada por la necesidad de que los influencers sean perspicaces, auténticos y, en última instancia, entretenidos. Este cambio de enfoque refleja una evolución en la forma en que los consumidores perciben a las personalidades de las redes sociales.
Diversidad en las Preferencias de Influencers
Una observación interesante es que no existe un influencer universalmente adorado. Más personas tienden a afirmar que no tienen un influencer favorito en lugar de identificar uno específico. En este sentido, el 51% de los influencers de la Generación Z que se mencionaron como favoritos eran únicos en su categoría, lo que subraya la diversidad de preferencias y el hecho de que cada consumidor tiene gustos distintos.
Uno de los aspectos más fascinantes destacados en el informe es la idea de que cualquiera, independientemente de su origen o estatus, puede convertirse en un influencer. Las características que definen a una persona como influencer, según la percepción de los consumidores, se centran en su capacidad para producir y compartir contenido atractivo y enriquecedor. Esta noción trasciende las barreras tradicionales y refuerza la idea de que el potencial de convertirse en una figura influyente no está reservado exclusivamente para una élite selecta, sino que está al alcance de aquellos que puedan establecer conexiones auténticas con su audiencia.
En el vertiginoso panorama de las redes sociales, la definición tradicional de fama y éxito se ha expandido considerablemente. Antes, se solía pensar que solo las celebridades de Hollywood o los expertos reconocidos en campos específicos podían ejercer influencia sobre las masas. Sin embargo, la era digital ha derribado estas fronteras, permitiendo que personas comunes y corrientes, con pasiones, habilidades o conocimientos particulares, se conviertan en fuentes de inspiración para otros.
La base de esta transformación radica en la habilidad de crear contenido que resuene con el público objetivo. Los influencers exitosos son aquellos que pueden comunicar sus ideas, pasiones o experiencias de una manera auténtica y atractiva. A través de fotos, videos, blogs o cualquier otro formato que ofrezca la plataforma, estas personas pueden conectar con audiencias que comparten sus intereses o aspiraciones.
Es importante destacar que esta evolución no se trata solo de la cantidad de seguidores o "me gusta" que se acumulan en una publicación, sino de la calidad de la conexión establecida. Los consumidores de hoy valoran la autenticidad sobre la perfección y la honestidad sobre el glamour. Los influencers que demuestran integridad y transparencia a menudo ganan la confianza de sus seguidores y, en última instancia, ejercen una influencia más significativa.
Metodología de Investigación Detallada
Los datos de este informe se basan en una rigurosa investigación llevada a cabo del 21 al 25 de junio de 2023. La muestra incluyó a 2.204 adultos estadounidenses que utilizan plataformas como Twitter, Facebook, Snapchat, Instagram, TikTok, Twitch o YouTube, de los cuales 1198 siguen a personas influyentes. Adicionalmente, se realizó una encuesta específica entre la Generación Z, que comprende a individuos de entre 13 y 26 años, del 21 de junio al 6 de julio de 2023. Para contextualizar aún más los resultados, se hicieron comparaciones con datos históricos obtenidos de investigaciones realizadas en 2019 entre 2.200 miembros de la Generación Z y millennials que utilizan redes sociales.