Por Redacción - 18 Diciembre 2024
La reciente propuesta del Gobierno español, que obligará a los influencers con más de 100.000 seguidores a rectificar informaciones falsas o engañosas, marca un antes y un después en la regulación de las plataformas digitales. Esta normativa, que pretende incrementar la transparencia y combatir la desinformación en redes sociales, no solo impactará en los creadores de contenido, sino también en las marcas que colaboran con ellos y en las agencias que gestionan estas estrategias.
INFLUENCERS: UNA OBLIGACIÓN LEGAL Y REPUTACIONAL
Los creadores de contenido no son ajenos a las normativas publicitarias que les obligan a indicar cuando una publicación tiene carácter comercial. Sin embargo, con esta nueva regulación, darán un paso más allá al convertirse en responsables directos de la información que comparten. Esto significa que, si un influencer divulga un mensaje erróneo o sesgado, deberá rectificarlo públicamente. Tal y como señala Cristina Quesada, socia del grupo líder en comunicación y marketing digital COMM Media Group, propietario de las agencias Luxurycomm y Brandscomm,
“esta medida también afecta al código de conducta y la credibilidad de los creadores de contenido, que verán cómo su reputación puede verse dañada si incurren en fallos. Sin duda, para los influencers, el reto será doble: por un lado, tendrán que asegurarse de poder garantizar la veracidad de las informaciones que comparten y, por otro, de gestionar los posibles daños reputacionales que puedan derivarse de una rectificación”.
MARCAS Y AGENCIAS: MAYOR CONTROL Y MÁS RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Las empresas y agencias que trabajan con influencers también tendrán que adaptarse a este nuevo escenario. Si bien la normativa se dirige directamente a los creadores de contenido, las marcas que colaboran con ellos no quedarán al margen del debate.
“La asociación de una marca con un influencer que tenga que reconocer haber difundido informaciones falsas afectará directamente a la reputación y credibilidad de dicha compañía, obligándola a redoblar esfuerzos en la verificación de contenidos antes de que sean publicados”. Afirma Rebeca Muinelo, directora de influencer marketing de COMM Media Group,
En este sentido, es previsible un cambio en la forma en que las marcas seleccionan a sus embajadores y colaboradores. Las agencias especializadas en influencer marketing, como las que operamos en COMM Media Group, tendremos un papel clave en asegurar que las campañas cumplen no solo con los objetivos estratégicos, sino también con los nuevos requerimientos legales. Esto implicará, por supuesto, una revisión más profunda de las informaciones que los influencers vayan a compartir el nombre de la marca, asegurando su veracidad; un control más estricto que implique la inclusión de cláusulas específicas que regulen la responsabilidad del influencer en caso de difusión de informaciones falsas o inexactas; y el acompañamiento a los creadores de contenido en el cumplimiento de esta normativa y en las buenas prácticas de comunicación. Como explica Cristina Quesada:
“Esta nueva normativa va a obligar a las marcas a ser mucho más cuidadosas en el proceso de selección de sus colaboradores. No se trata solo de la audiencia que un influencer pueda tener, sino de su profesionalidad y rigor a la hora de comunicar. El influencer marketing se enfrenta a un salto de calidad necesario para consolidarse como una herramienta estratégica de confianza”.
Por su parte, Rebeca Muinelo añade: “Desde las agencias, tenemos la responsabilidad de garantizar que tanto marcas como creadores cumplen con las normas. Esta medida supone también una oportunidad para profesionalizar el sector y establecer una relación más transparente y honesta entre todos los actores implicados. Trabajar con creadores que entienden esta nueva realidad será clave para el éxito de las campañas”.
¿UNA OPORTUNIDAD PARA EL SECTOR?
Esta nueva regulación también representa una oportunidad para profesionalizar aún más el sector del influencer marketing. La exigencia de transparencia y rectificación contribuirá a fortalecer la confianza de los consumidores en las marcas y en los creadores de contenido. Aquellas empresas que logren adaptarse rápidamente a este nuevo marco podrán diferenciarse como líderes en un entorno cada vez más regulado y competitivo. Ahora, más que nunca, la colaboración entre marcas, influencers y agencias deberá estar basada en la transparencia, el rigor y la profesionalidad.