Por Redacción - 18 Marzo 2025
Comprar no es sólo adquirir un producto, es una experiencia. Cada vez más, los clientes buscan personalización en la compra y conseguir una experiencia más completa, alineada con sus emociones y su comportamiento.
Para poder ofrecer esta experiencia personalizada , los minoristas deben contar con los datos necesarios para tomar decisiones estratégicas que mejoren la experiencia del cliente y, por consiguiente, mejoren sus ventas. Ahí es donde entra en juego la inteligencia artificial en el sector retail. La IA, concretamente la visión por ordenador , permite transformar las imágenes a datos en tiempo real y analizar grandes volúmenes de datos, esenciales para conocer mejor a los clientes y mejorar la operativa del punto de venta.
Gracias a ello, las marcas obtienen beneficios tangibles, como el aumento de ticket medio, un aumento medio de la tasa de captura del 10%, un 20% de aumento medio de la venta cruzada y la reducción de costes. Y beneficios intangibles como la mejora de la fidelización del cliente y el aumento de la conexión emocional con él. Estas soluciones tecnológicas permiten detectar y prevenir el flujo de clientes en las tiendas, así como reconocer patrones de compra, pero también aportan datos acerca del comportamiento y las emociones de los clientes en el mismo.
Tecnologías como la aplicada por Goli Neuromarketing, se distinguen por su capacidad de realizar un análisis emocional profundo de los usuarios, ofreciendo una ventaja estratégica respecto a otras soluciones de inteligencia artificial que se centran en el análisis de flujos o en la gestión de recursos. Su valor diferencial radica en la capacidad de proporcionar datos comportamentales y emocionales que enriquecen la toma de decisiones en el punto de venta.
El análisis de la conducta en tiempo real permite identificar patrones de comportamiento y la dirección de la mirada de los clientes mientras interactúan con el entorno. Con esta información disponible al instante, las estrategias pueden ajustarse de inmediato para responder a las reacciones y necesidades del consumidor en cada momento. Además, la detección de emociones facilita la identificación y evaluación de las expresiones emocionales de los clientes en el punto de venta. Al comprender su estado emocional, se pueden diseñar experiencias más personalizadas y alineadas con sus expectativas, generando un mayor nivel de conexión y satisfacción.
Otro aspecto clave es la hipersegmentación, que va más allá de los datos demográficos convencionales al incluir el comportamiento, el grado de interés y la respuesta emocional de cada cliente ante distintos estímulos. Esta capacidad de segmentación avanzada permite la creación de perfiles altamente detallados y dinámicos, optimizando la personalización de la experiencia y fortaleciendo la relación entre el consumidor y la marca.
Estos datos permiten elaborar estrategias alineadas con el comportamiento real de los clientes en el punto de venta, permitiendo la optimización de espacios y recursos. Además, permite realizar un análisis anticipado de las tendencias del comportamiento de los clientes y hacer comparativas temporales de datos. Por otra parte, el análisis de emociones complejas permite fusionar el mundo físico y el virtual, ayudando a la estrategia de omnicanalidad de los minoristas , ya que permite detectar las emociones tractoras -aquellas que impulsan a una acción- en el mundo físico y usarlas en el digital, y viceversa.
En los últimos meses está cobrando mucho protagonismo la inteligencia artificial generativa, sin embargo, cuando hablamos de obtención y análisis de datos de datos en los espacios de retail nos referimos a la inteligencia artificial aplicada a la visión por computador. Se trata de un área de la IA que se centra en permitir a los ordenadores identificar y procesar imágenes de la misma forma en que lo hacen los humanos.
Para ello, se instalan en el punto de venta una serie de sensores similares a cámaras que recogen las imágenes que pasan un tiempo real a dato, por lo que en ningún momento se graban, visualizan o almacenan imágenes. Este sistema permite asegurar el cumplimiento de la normativa para la protección de datos (GDPR) y el total respeto del derecho a la intimidad.
El minorista puede acceder a los datos de su espacio físico en una plataforma de visualización de datos a la que se accede a través de un área privada.