¿Qué ocurre si nuestra tienda está en una zona de poco impacto turístico? Es más, es posible que nuestra plaza quede desierta porque todos se van de
vacaciones y nuestro índice de ventas descienda a su punto más pobre del año. Es lógico que si no hay personas no hay clientes y por tanto las opciones
de venta bajen drásticamente. Pero aún así veamos cómo podemos aprovechar en nuestro provecho este tiempo para tener la mayor productividad posible.
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Es un buen momento para saldar vacaciones del personal de tienda. Si no hay clientes a los que atender, ¿por qué no aprovechar y
conceder vacaciones? Es importante que los equipos estén saldados de vacaciones de cara a la campaña de Navidad, en la que todos los efectivos
deberían estar disponibles.
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Limpieza y orden a fondo, tanto en la sala de ventas como en despachos y sobre todo almacenes. Con menor venta hay menos tráfico
de cajas y paquetes, por lo que será más fácil lipiar a fondo lo que habitualmente está lleno de mercancías.
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Hacer obras y arreglos menores. Ahora es el momento, no cuando tenemos la tienda lleva de clientes. Lo ideal siempre es hacer
obras “a puerta cerrada” (noches, domingos, festivos…) pero si no es posible ahora seguro que es mejor momento.
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Hacer un inventario general, y así sanear el stock de cara al último tramo del año.
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Hacer formación de atención al cliente, gestión de tienda, repaso de procedimientos internos y en general de todos los aspectos
que posteriormente el día a día no nos permite como es debido.
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Hacer una ronda de contactos/reuniones con los proveedores habituales para fortalecer lazos y saber, ahora que como norma general
ellos también tienen menos trabajo, qué novedades de producto habrá en los próximos meses, qué información, noticias y novedades conocen del sector
y de la competencia, qué nuevas vías de colaboración se podrían establecer, etc. ¡Aprovechemos el tiempo que después no tenemos!
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Revisar con detenimiento el plan de negocio y de acciones comerciales, revisar qué desviaciones hay respecto al objetivo marcado,
establecer planes correctores para cuando vuelva a haber la actividad comercial habitual en “la vuelta al cole”.
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Los clientes prefieren (¡preferimos!) salir a la calle evitando las horas de mayor calor, ¿por qué no adaptar el horario a sus
necesidades? Si algunas grandes superficies se plantean el cierre a las 23 horas para una tienda que tenga que cerrar a medio día quizás sería
bueno un horario de 9 a 13 y de 18 a 23 horas, es cuestión de comunicarlo a la clientela y comprobar su respuesta a un nuevo horario de verano.
- Dada la actualidad económica muchas familias no saldrán de vacaciones y mantendrán su normalidad habitual, ¿seguro que es buena
idea cerrar totalmente la tienda 15 días?, ¿podrías perder clientes durante esos días? Aprovecha la ausencia de tus competidores. Atento a si ellos
cierran por vacaciones, es posible que empieces a ver en tu comercio caras nuevas de clientes que necesitan seguir comprando mientras su tienda
habitual está cerrada. Sé brillante con ellos, no menosprecies a tu competencia pero intenta demostrar por todos los medios que tu tienda es la mejor
gracias a tu mejor atención personal y sistema comercial. Intenta ganar, fidelizar y retener el mayor número de esos “clientes de verano” y si siguen
comprando tras las vacaciones habrás hecho un gran trabajo que te compensará durante todo el año.
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Prepara alguna acción especial para la vuelta de vacaciones, como si de una reapertura se tratase. Conseguir un gran impacto con
un buen efecto apertura puede ser la mejor forma de empezar la última parte del año, la más importante para muchos comercios y empresas retail.
¿Qué otras ideas se te ocurren para hacer en verano cuando no hay clientes?