Por Redacción - 13 Febrero 2013
A la hora de examinar la satisfacción global que produce un producto en el consumidor, el envasado cuenta mucho, tanto a una gran mayoría de los consumidores como a las mismas marcas, de acuerdo con un estudio que acaba de realizar MeadWestvaco.
Sin embargo, las marcas no parece que estén acertando en sus acciones, pues el nivel de satisfacción de los consumidores no es muy elevado, con solo 1 de cada 5 de ellos encontrándose “muy satisfecho” con el envasado en general. Mientras que la primera impresión en la balda o estantería deja a todos contentos, cuando es el momento de hablar de otros atributos como uso, almacenamiento y eliminación de deshechos y residuos la situación es completamente distinta. Y es en esas áreas donde la satisfacción del consumidor se derrumba
Creando un índice de satisfacción del envasado, el estudio de MWV muestra que hay una importante brecha, y creciente, entre la importancia que se le da al atributo del producto y la satisfacción que el consumidor tiene después de la experiencia en tienda. Por ejemplo, el envasado en la balda alcanza un índice de satisfacción superior (65) al del almacenamiento (41) o al de su uso (38), lo que significa que su nivel de satisfacción es inferior a la importancia que se les otorga.
¿Qué es lo que buscan los consumidores más allá de que sean atractivos en las estanterías? El estudio muestra que los consumidores buscan sobretodo un envasado que proteja a los productos de roturas o derrames (74%), conserve la integridad del producto (72%), y que permita extraer la totalidad del producto de su envase (66%).
Los niveles de satisfacción de los consumidores con el envasado son bajos en todas las categorías de producto, desde el 24% de los refrescos en el nivel más elevado, hasta el 11% de los envases para transportar, en el extremo más bajo.
A pesar de ser el tramo de edad más satisfecho con el envasado, solo el 22% de los jóvenes entre 18 y 24 están muy satisfechos.
Los consumidores de las clases medias son los menos satisfechos, con tan solo el 17%.
El atractivo del producto en las estanterías tiene bastante importancia, sobre todo si consideramos que el 64% de las respuestas reconocen que comprarían un producto sin tener conocimiento previo del mismo.