Muchas de las veces que fracasa un Plan de Marketing, no es porque se haya hecho una mala estrategia o se hayan ejecutado mal las acciones propuestas.
Si no que estos errores son fruto de un mal estudio y análisis previo de la situación de la empresa, el entorno y sus usuarios potenciales.
Estos estudios deben hacerse muy minuciosamente ya que van a ser la base sobre la que se va a construir toda nuestra estrategia y como bien dicen “vale
la pena prevenir que curar”.
Los principales puntos que tenemos que tener en cuenta son:
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Estudia el público objetivo. Analizar quienes son, cuál es el perfil de nuestros usuarios. Tenemos que reunir toda la información
posible, cuanto más le conozcamos más fácil nos será encontrarlo y llamar su atención. Se publican constantemente estudios, informes, infografías…
sobre estudios de perfiles de usuarios en los medios sociales que nos pueden ayudar afinar más. Por esta razón recomiendo estar atentos,
dependiendo del sector, qué noticias e informes su publican relacionados con los clientes, la competencia...
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Observa cuál es el perfil socio-económico y cultural de los usuarios. Dependiendo de su perfil económico, social y cultural
nuestro usuario se moverá en unos medios u otros. Frecuentará más o menos determinados medios sociales, visitará páginas de un determinado tipo,
visionará videos o no… Dedicará más o menos tiempo… y cuantas variables podamos estudiar al respecto.
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Analiza qué nivel de cultura 2.0. Identificar si nuestros usuarios potenciales navegan en Internet, se conectan a las redes
sociales, si su acceso es en su mayoría es móvil, tablet o desktop. La edad que tiene también nos ayudará hacer una aproximación de su experiencia
y bagaje con los Medios Sociales e Internet.
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Define el perfil de público al que quieres dirigir la estrategia. Escoger un segmento meta que pueda generar valor de manera
rentable y sostenible en el tiempo. Un buen consejo para este caso es tratar de ponerle cara a la persona a la que quiero vender mi producto o
servicio. Así lograremos focalizar nuestros esfuerzos hacia un mismo objetivo.
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Localiza tu público objetivo. De esta forma podremos posicionar nuestros productos o servicios de forma clara y distintiva para
que lleguen a nosotros. A partir de aquí, nuestros esfuerzos deben centrarse en diferenciarnos de la competencia, es decir, mejorar la oferta de la
empresa ya sea porque ofrecemos un servicio de más calidad, los precios son más competitivos…
Con estos datos encima de la mesa es momento de plantearse la marca o la campaña cómo va a trabajar. Ante todo tenemos que considerar
que el comportamiento de compra de un consumidor en un mercado digital es diferente al tradicional, por lo que habrá que esforzarse en
conseguir los siguientes puntos:
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Genera confianza. La empresa debe impulsar la trasmisión de confianza y seguridad a los clientes. Es importante que los datos de
contacto y localización sean totalmente visibles, y ofrecer diferentes formas de contacto (número de teléfono, chat, email…). Las acciones de
Marketing de Contenidos nos puede ayudar a que nuestro target conozca mejor la propuesta de valor generada.
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Aporta valor añadido respecto del mercado tradicional. Ya sea mediante servicios diferenciales, promociones especiales, cheques
descuento… Dar incentivos para que los clientes se decanten por tu producto o servicio, o que se pasen a la compra on-line si aún son reacios.
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Proporciona las herramientas de compra y e-commerce. En los procesos comerciales es indispensable disponer de una pasarela de pago
directa desde la web que sea 100% efectiva, así como ofrecer diferentes modos de pago. Incluir formularios de suscripción a la newsletter… y
cuantas herramientas sean necesarias para conseguir nuestro objetivo.
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Garantizar seguridad y privacidad durante el proceso de compra y otras transacciones. Si se dispone de una buena plataforma de
pago no tenemos que preocuparnos de este tipo de problemas. Tenemos que asegurarnos también de preservar la privacidad y seguridad de los datos de
nuestros clientes, y cumplir estrictamente la LOPD.
Si somos capaces de crear unos pilares que sustenten y justifiquen todas nuestras acciones las probabilidades de éxito de nuestra estrategia serán más
altas.