Por Redacción - 5 Agosto 2024
Un estudio reciente publicado en el Journal of Hospitality Marketing & Management revela que la mención de la inteligencia artificial en textos de marketing puede disminuir la confianza del consumidor y reducir su intención de compra en diversas categorías de productos. Esta investigación, liderada por Mesut Cicek de la Universidad Estatal de Washington (WSU), encuestó a más de 1000 adultos estadounidenses y encontró que los productos etiquetados con IA consistentemente tuvieron un rendimiento inferior.
El estudio demostró que la desconfianza hacia la IA es particularmente alta en productos de alto riesgo, aquellos que implican grandes riesgos financieros o de seguridad en caso de fallar. En experimentos que abarcaron categorías como televisores inteligentes, dispositivos médicos y tecnología financiera, se observó que las descripciones de productos que incluían la mención de IA desanimaban a los compradores potenciales, independientemente de la categoría del producto.
Los resultados sugieren que los profesionales del marketing deberían reconsiderar el uso de términos relacionados con la IA en sus estrategias. Cicek recomienda centrarse en las características y beneficios del producto en lugar de la tecnología subyacente, y evitar las palabras de moda relacionadas con la IA, especialmente en productos de alto riesgo. La confianza emocional es un factor crucial en la percepción de los productos de IA, y mencionarla puede disminuir esta confianza, afectando negativamente la intención de compra.
Muchas empresas cometen el error de utilizar el término "inteligencia artificial" como un atributo destacado en sus productos
Existe una percepción general de que la IA representa innovación y avance tecnológico, lo cual las empresas creen que podría atraer a los consumidores más interesados en la tecnología de vanguardia. Además, en un mercado altamente competitivo, las empresas buscan diferenciar sus productos y pueden considerar que la IA les otorga una ventaja distintiva. Sin embargo, este enfoque puede resultar contraproducente porque no todos los consumidores comprenden completamente qué es la IA o cómo funciona. La falta de entendimiento puede generar desconfianza y preocupación sobre la fiabilidad y seguridad de los productos que incorporan IA, especialmente en categorías de alto riesgo como dispositivos médicos o tecnología financiera.
Además, el uso indiscriminado de términos relacionados con la IA puede ser percibido como una estrategia de marketing superficial, más centrada en palabras de moda que en los beneficios reales del producto.
Como ejemplo, el pasado año 2023, Coca-Cola lanzó su edición limitada Y3000 Zero Sugar, una bebida creada mediante un innovador método que combinaba “inteligencia humana y artificial”. Utilizando datos sobre las preferencias y visiones de los consumidores, los algoritmos de inteligencia artificial analizaron esta información para ayudar a los expertos de Coca-Cola a desarrollar un sabor único. Inspirada en el futuro, Y3000 fue diseñada para evocar la idea de cómo podría ser un refresco en el año 3000, con la IA desempeñando un papel crucial en la creación de este sabor novedoso. Lo cierto es, que si realmente el uso de la IA hubiera logrado ese sabor único que tanto promocionaron, quizás nunca hubieran tenido la necesidad de dejar de fabricarlo para continuar con su producto más clásico.
Paco Rabanne Phantom ha revolucionado el mundo de la perfumería mediante su innovador proceso de creación que incorpora inteligencia artificial. Este perfume fue desarrollado a través de la colaboración entre expertos perfumistas y la IA, que analizó datos sobre preferencias de los consumidores, tendencias y emociones asociadas a diferentes aromas. La IA sugirió miles de combinaciones de ingredientes, las cuales fueron refinadas por los perfumistas para crear la fórmula final. Phantom se destaca por su frasco futurista y robótico, su fragancia que combina notas frescas y cítricas con aromas cálidos y amaderados, y una experiencia digital inmersiva que se desbloquea al conectar el frasco a un smartphone.
En este sentido, la investigación destaca un doble desafío para las empresas centradas en la IA: deben innovar en sus productos mientras generan confianza en la tecnología por parte de los consumidores. A medida que la IA se integra cada vez más en la vida cotidiana, es esencial que los mensajes de marketing sean cuidadosos y enfocados en transmitir comodidad y transparencia sobre sus capacidades, ya que un mal empleo, podría provocar una desconexión emocional con los consumidores, quienes buscan características y beneficios tangibles en lugar de tecnicismos. Algunas empresas pueden subestimar la importancia de la confianza emocional en la decisión de compra. Como demuestra el estudio, mencionar la IA puede disminuir esta confianza, lo cual es crucial para convertir el interés del consumidor en una compra efectiva. Por lo tanto, las empresas deben ser más estratégicas y cuidadosas al comunicar las capacidades de IA en sus productos, enfocándose en los beneficios prácticos y tangibles que estos ofrecen.
Aunque la IA está transformando muchos aspectos de nuestra vida, su mención en el marketing puede ser contraproducente. Los especialistas en marketing deben ser cautelosos al utilizar términos relacionados con la IA y enfocarse en comunicar los beneficios tangibles que los productos ofrecen. Este estudio invita a reflexionar sobre cómo se comunica la tecnología a los consumidores y cómo se puede generar confianza en un mundo cada vez más digitalizado.