
Coca-Cola: una fábrica de marketing, merchandising y regalos promocionales
Por Redacción - 16 Febrero 2016
¿Cómo acostumbrar al consumidor a la imagen de una marca y cómo hacer que la conozca de una forma completamente intuitiva? Las marcas aspiran a que sus consumidores sean capaces de reconocerlos en cuestión de segundos y que sean capaces de determinar qué marca es la que está delante de ellos de forma totalmente orgánica y rápida. Las marcas quieren tener identidades visuales muy poderosas y muy reconocibles y que unas pinceladas de color o una tipografía sirvan para mostrar al mundo ya quienes son. Conseguirlo no es nada sencillo y la estrategia que las marcas han seguido para lograrlo es diferente en cada caso.
Una de las marcas que han logrado posicionarse como una de las más reconocidas es Coca-Cola. La marca de refrescos tiene una larga historia y una que la ha convertido en una de las compañías más rápidamente identificables del mundo. Todo el mundo ha visto alguna vez alguna mención al hecho de que Coca-Cola está en todas partes y que poco importa el lugar remoto al que se vaya que allá también habrá la bebida refrescante. De hecho, el peso de la condición "ubicua" de Coca-Cola es tal que el 70% del volumen de negocio y el 80% de los beneficios de la compañía llegan de fuera del mercado estadounidense. Coca-Cola ha tenido a lo largo de los años una política de expansión masiva que ha hecho que sea prácticamente ubicua, pero lo cierto es que ese no fue el único elemento que la llevó a lograr el éxito y, sobre todo, el reconocimiento de marca. Una parte muy importante del éxito de Coca-Cola está en su muy eficiente estrategia de marketing.
Coca-Cola ha logrado crear una identidad visual muy compacta, muy unificada y que es muy similar en todos los países, lo que hace que la compañía sea capaz de mostrarse siempre con los mismos elementos en todos los mercados y ser reconocida por todos los consumidores sin que importe realmente dónde se esté. La firma ha apostado por una tipografía o por un juego de colores, que ha defendido siempre y que se han convertido en los elementos que la han identificado a lo largo del tiempo. Todo el mundo conoce la historia de por qué Papá Noel va vestido con un traje rojo. La cuestión no es que ese sea su traje tradicional sino más bien que un dibujante de Coca-Cola decidió vestirlo a comienzos del siglo XX con los colores corporativos y así se quedó.
A esto hay que sumar un packaging que ha cruzado la línea y se ha convertido en un elemento icónico para comprender cómo sus elementos visuales han conformado a Coca-Cola.
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