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El 77% de los adolescentes sí quiere recibir ofertas y promociones de las marcas

La personalización es clave para conseguir atraer el interés de la generación Z

La generación Z se ha convertido en la nueva niña bonita para las marcas, porque aunque sean los millennials el grupo demográfico más atractivo por el momento, el potencial de los adolescentes es claro. No solo de cara al futuro (por construir una lealtad que dure toda la vida en corazones aún tiernos) sino porque los chicos actuales tienen una influencia sobre las decisiones de compra (de ellos mismos o en compras familiares) mayor que nunca.

Por eso es importante conocerlos bien para saber cómo seducirlos. Y un nuevo informe de Cassandra da buenas noticias a las marcas: entre sus conclusiones, la de que los adolescentes están muy abiertos a recibir mensajes y comunicaciones de las mismas, especialmente si son sobre ofertas y promociones de sus productos. Así lo reconoce un 77% de los encuestados que creen que es importante que las empresas se pongan en contacto con ellos activamente.

Por contra, y como muchos otros estudios anteriores ya habían señalado, los jóvenes son más bien pragmáticos y no se caracterizan por su lealtad hacia las marcas: solo el 32% considera que hay marcas a las que siempre será fiel. Además se trata de un consumidor exigente, y al igual que lo que sucede con los millennials, 1 de cada 4 está dispuesto a romper con una marca si el servicio de atención al cliente no cumple con lo esperado.

Un concepto clave en el que también se hace hincapié es el de la personalización, fundamental para construir la siempre complicada lealtad, y que funciona especialmente bien a esas edades en las que las marcas ocupan un lugar emocional en la vida de los consumidores. Como indica el director de Cassandra a Marketing Dive: "La gente joven prioriza las relaciones one-to-one y las conexiones personales, y no cambian el chip cuando compran. Quieren sentir una conexión personal con las marcas que compran y apoyan, y que las marcas, en contrapartida, los traten como personas y no solo como clientes".

Así, los mensajes personalizados se vuelven imprescindibles: ahora que las marcas tienen acceso a multitud de datos de sus clientes, desde la fecha del cumpleaños a sus compras más recientes, deben usar dichos datos de una forma relevante para los consumidores: "Las marcas deberían considerar no solo qué es lo que ellas pueden conseguir de la relación con los jóvenes clientes, sino también que es lo que ellos pueden conseguir, así se aseguran de que ambas partes salgan beneficiadas".

También es importante entender los valores con los que los jóvenes se sienten más identificados para sumarse a ellos. Eso sí, de una forma natural, porque no hay nada que más odie la generación Z que las marcas que tratan de hacerse las guays y cambian de estilo y tendencia constantemente.

Una generación muy práctica

Tampoco hay que olvidar, como indicábamos antes, que esta es una generación muy pragmática, que establece relaciones personales con las marcas pero también sabe buscar los productos y servicios que más le convienen. Así, otro informe de PowerReviews resaltaba que 3 de cada 4 adolescentes se toman su tiempo con cada compra para buscar el mejor precio, leer reviews y comparar diversas marcas. Aún así, el nombre de marca sigue teniendo su peso y el 57% prefiere gastar más en una marca más conocida a comprar algo más barato de una firma que desconocen.

Además, como nativos digitales sus expectativas son muy altas, y el 79% asegura abandonar a un retailer online si no puede preguntar algo a través de la web o no recibe respuesta.

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