Todos hemos pasado por ese tedioso momento donde Youtube nos obliga a ver un comercial de una marca antes de pasar al contenido que habíamos seleccionado. Las marcas algunas veces colocan todo el video de forma obligatoria, aunque normalmente incluye la opción de saltarlo luego de los 5 primeros segundos.
Parece un período de tiempo ínfimo cuando lo llevamos en nuestra vida diaria. Probablemente tardamos más que eso en servirnos un vaso de agua, o tal vez sea el tiempo que nos toma recordar si apagamos o no la cocina al salir de casa. En cualquier caso, para un video online donde la atención lo es todo, en esos 5 segundos de video deben concurrir 3 situaciones que atrapen al target antes de que tenga la opción de saltar video.
Tal vez sea algo sobrevalorado, pero nuestro cerebro hoy en día recibe una cantidad de información abrumadora y mucha de ella suele no ser procesada. ¿Por qué? Simple. No nos interesa. Sólo nos vamos a detener en algo que nos importe. Es por esto que la atención de estos comerciales se desvía automáticamente hacia el lugar donde cumplido el lapso, aparecerá el botón saltar video. Incluso cuando el comercial está frente a nosotros, nuestro cerebro dice: "¡NO! no es para ti. Enfócate en algo más. Mira la hoja cayendo y recuerda algo con eso, pero el video no te importa".
Los anunciantes deben ingeniárselas para generar engagement de diversas maneras. Bien sea con elementos en el escenario que llamen la atención. Con un personaje que te genere interés de inmediato. (Puede ser una celebridad o un influencer) O a través de una situación con la cual te sientas identificado y te genere una emoción orientada a lo aspiracional. Por ejemplo, yo amo el café y si el video empieza con alguien disfrutando de un café, probablemente le dé una oportunidad.
La música dispara en mí una emoción particular. El playlist de mi teléfono está conformado con canciones que generaron una determinada emoción en un momento específico. Y tengo esa canción porque quiero revivir ese momento. Shake It Off de Taylor Switf está entre mi música porque mi hermana la cantó para mí una vez que fuimos a almorzar. Me reí tanto que desde entonces la recuerdo cuando suena esa canción.
Lo mismo ocurre con la música de los comerciales, automáticamente debe colocarte en un estado mental específico y evocar ciertas emociones asociadas al producto. En 5 segundos, una canción debe conectarte con lo que está pasando en la pantalla. Incluso si lo que ves no es tan agradable, la música por si sola debería atarte hasta llegar a visualizar el producto.
Hay quienes dicen que el producto debe salir en los primeros segundos. Yo difiero. ¿La razón? Amo de cuerpo y alma las historias. No me interesa escuchar que estás vendiendo, ciertamente no me interesa las razones que consideras que tienes para que yo lo compre. Pero si tu historia es buena, la escucharé hasta el final, y si me presentas algo que no haya visto o logras sorprenderme lo suficiente tal vez recuerde tu marca y tu producto.
Al sol de hoy todos tenemos comerciales que han marcado nuestra vida. Comerciales que te hacen decir ¡WOW, que buen comercial, tengo que mostrárselo a alguien más! Eso es precisamente lo que se debe lograr en 5 segundos. Atrapar a tu posible cliente y generar una reacción tan pero TAN placentera que te use como ejemplo para un trabajo bien hecho.
5 segundos puede no ser mucho tiempo, pero en ese espacio una persona en algún lugar del mundo va a tomar la decisión de escuchar lo que tienes que decir o de seguir adelante con su vida. Si lo haces bien lograras escuchar un "¡WOW!" sobre la música de fondo. O si lo haces mal, simplemente se cerrará la ventana de oportunidad para tu idea. Si tuvieras 5 segundos para vender algo ¿Cómo los aprovecharías?