
Por qué las empresas no deberían esperar que los consumidores hagan todo el trabajo
Por Redacción - 12 Noviembre 2018
Varios son los ejemplos que se pueden emplear para visualizar como en algunos sectores y en algunas compañías el uso y el acceso a los productos está muy marcado por el obligar al consumidor a hacer todo el trabajo. En algunas operadoras de telecomunicaciones, internet se tiene cuando se recibe el router en casa y se tiene que proceder a enchufarlo. En otras, el proceso requiere la visita de un técnico, pero es también un proceso engorroso en el que hay que esperar que lleguen diferentes elementos por mensajería.
En las aerolíneas low cost, se da por sentado que todo el proceso de hacerse con la tarjeta de embarque y de preparar el viaje lo tendrá que hacer el consumidor él mismo, a menos que quiera tener que pagar una penalización muy elevada por obligar a la compañía a hacerlo por él. Uno tiene que hacer el checkin, imprimir los billetes y solucionar - a menos que se arme de paciencia y espere todo el tiempo que suelen tener en espera en algún chat o línea telefónica - los problemas que puedan surgir de forma directa leyendo unas cuantas FAQs.
Operadoras de telecomunicaciones y aerolíneas low-cost suelen ser los ejemplos claros y recurrentes de este tipo de comportamientos, aunque este tipo de compañías no suelen ser tampoco las que presentan los mejores datos en lo que a experiencia de cliente toca. Se podría decir que los consumidores dan por sentado que eso es lo que va a pasar y que a eso es a lo que tendrán que enfrentarse. Si te cruzas con una compañía "de esas", tendrás que sufrir una atención al cliente "de esas".
Sin embargo, el dejar en manos de los consumidores cada vez más cuestiones y cada vez más elementos de la atención al cliente y del proceso de compra, consumo o post-venta no es algo que se limite solo a este entorno.
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