Por Redacción - 29 Abril 2019
Muchas son las marcas y las empresas que han contado con grandes productos muy reconocidos en su momento o con modelos y diseños que se convirtieron en icónicos de una época. Esos modelos y esos productos tuvieron su momento de gloria, se asentaron en la memoria colectiva y acabaron desapareciendo, porque los cambios en tendencias de consumo y los nuevos lanzamientos hicieron que dejasen de ser relevantes o la última gran esencia del diseño. Sin embargo, y aunque ya no estuviesen disponibles en el mercado, los consumidores nunca los olvidaron.
En un mercado en el que la nostalgia se ha convertido en un valor al alza y en el que los productos que conectan con las memorias y con las percepciones positivas del pasado están teniendo una nueva vida, las empresas están haciendo memoria y están recordando esos productos. La lista de compañías que han decidido recuperar un modelo del pasado o una tendencia emblemática de hace unos cuantos años es cada vez más amplia.
La última en unirse a la tendencia ha sido Tommy Hilfiger, que acaba de lanzar una colección cápsula que tira de la memoria. Tommy Jeans Archive se vende online y en las tiendas de la compañía y recupera algunos modelos clásicos y tendencias del pasado. Como explican en la nota de prensa de presentación, "rinde homenaje al legado y cultura pop de la marca, así como a las piezas más icónicas" y se han inspirado en "los archivos de la marca".
De hecho, en la edición de estas prendas que ha hecho la compañía no solo se están recuperando modelos del pasado sino que también se está haciendo que esa recuperación venga acompañada por un mensaje que deja claro que son algo único y especial. Las prendas incluyen un mensaje recordando que son parte de una serie "de piezas de la icónica Limited Edition" de su archivo. El mensaje también apunta que son pieza que se "amaron una vez" y que vuelven una vez más.
No es el único gigante del mundo de la moda que ha lanzado productos de aires retro o que recuperan modelos pasados. Aunque en su momento fueron un fracaso, Puma acaba de recuperar uno de sus modelos de zapatillas de los 80, las Puma RS Computer, una especie de smartwear del pasado que conecta con la nostalgia por la tecnología de los 80. La nostalgia por los 90 llevó a Reebok a recuperar sus Reebok Aztek del 93 y Fila y Kappa volvieron a poner de moda los chándales que los adolescentes de esa época vestían.
La industria de la moda es la que hace más visible el cambio, pero no es la única que está echando mano del tirón de los productos de décadas pasadas para vender más y más. Los relojes Casio, las versiones retro de las Nintendo o las versiones modernas de la Polaroid son muestras más de este proceso.
Las compañías simplemente tienen que bucear en sus archivos y en lo que los consumidores ven de forma nostálgica para vender, aunque sea en ediciones limitadas (como hizo Pepsi en EEUU con una versión de su bebida que había dejado de distribuir décadas atrás).
Por supuesto, este movimiento de revival de productos del pasado no es una cuestión de casualidad y está muy marcada por los patrones de consumo. En la nota de prensa de presentación de la nueva colección de Tommy Jeans se leía que la empresa "juega a la nostalgia reeditando piezas jóvenes e irreverentes para la nueva generación". Esa es la clave. Lo que mueve este revival es la nostalgia y el tirón que tiene entre los consumidores.
La nostalgia hace que se conecte rápidamente con los productos y que se les otorgue ciertas características. El revival de los 80 y de los 90 está, de hecho, muy marcado con el hecho de que los consumidores adultos que ahora están comprando cosas eran niños en esos años y asocian los productos y las marcas de esas épocas a la idea feliz, cómoda y segura de la vida en la infancia. Un producto ochentero no te dará más seguridad ni te hará la vida más fácil, pero tu subconsciente ha llegado a esa conclusión sin que tengas que hacer un gran esfuerzo.
Por otro lado, la nostalgia tiene un poderoso impacto económico. Como han demostrado los expertos y los estudios, la nostalgia nos hace gastar más y reduce nuestras barreras y reticencias para comprar productos.