Por Redacción - 14 Mayo 2020
En un primer momento, la gran preocupación de marcas, grandes empresas y pymes estaba en lo inmediato. La crisis del coronavirus había frenado su actividad y con ello había logrado impactar directamente en su línea de negocio. Hoy, dos meses después del estallido de la crisis en Europa, las marcas y las compañías de todos los tamaños no solo se preocupan por el ahora, sino también por lo que ocurrirá cuando todo esto termine. Los analistas llevan semanas preparándonos para un día después que incluirá una crisis económica.
¿Qué deben hacer las compañías para estar preparadas? ¿Cómo deberían trabajar para no solo capear los problemas de ahora sino también los que vendrán en el mañana? Eso es lo que aborda un análisis de Warc, que parte de recomendaciones de la industria sobre cómo ajustar la estrategia de marketing y cómo posicionarse de cara al futuro para responder a las necesidades que tendrán las compañías y seguir siendo competitivas.
Por supuesto, antes de nada, la clave está en buscar la supervivencia. Las compañías necesitan encontrar lo que les permitirá seguir existiendo y haciendo negocio. Pero una vez que esto se tiene asegurado, hay que asentar las bases para no simplemente sobrevivir.
Esto es, hay que adaptarse ya mismo a los cambios que están sacudiendo el mercado y centrar recursos en aquellas cosas que reportan beneficios.
Es necesario estar atentos a cómo ha cambiado el comportamiento del consumidor y tomar decisiones en base a ello sobre los productos.
Como explican en el análisis, la "disrupción supone una oportunidad". Las empresas necesitan analizar el valor de su marca y qué hace que sea diferente.
Puede que hasta ahora tu marca estuviese muy vinculada a las experiencias físicas. Sea como sea este es el momento de pensar más allá de eso. Esto supone crear un plan de trabajo para acelerar el comercio electrónico.
Las compañías deben identificar las nuevas oportunidades de negocio y de crecimiento, ya sean nuevas ventanas de oportunidad o nuevos servicios.
Desde Warc lo tienen claro: el desacelerón es una ventana para innovar. Hay que aprovechar ese momento.
Hay que maximizar el valor y el poder de los consumidores ya existentes.
No solo hay que trabajar con lo inmediato. Para sobrevivir a esta crisis también hay que crear un plan de trabajo y un porfolio que responda a cómo todo esto cambiará el comportamiento de los consumidores.
Sea con un rediseño, sea con una optimización. Haz ajustes para que siga funcionando.
Hay que estar ya preparados para lo que ocurrirá cuando todo termine. Al fin y al cabo, el ser ágiles y rápidos es una necesidad para la supervivencia.