Hemos visto como los CEOs no creen en sus responsables de marketing, como los primeros recortes que se aplican en la empresa cuando algo va mal es en marketing, es la función que está en el punto de mira cuando las ventas no alcanzas los niveles previstos, el marketing siempre es el más afectado en tiempos turbulentos ...
Pese al remonte momentáneo en España (octubre 2020) del PIB por la desescalada, no se auguran buenos tiempos para la economía. Las empresas tendrán resultados en su mayoría con tendencia a la baja, es muy probable que se venda menos y con menos rentabilidad, se prevé una crisis de demanda, menos dinero en los bolsillos de los ciudadanos, más paro, más ayudas públicas, reducción del consumo ... en fin, un escenario diseñado por la pandemia que nos afectará, que ya nos está afectando a todos. Uno de los síntomas claros de que efectivamente ese escenario no es nada prometedor es la reducción de presupuestos en marketing, es de los síntomas que claramente hablan de cómo se interpreta la realidad económica la empresa.
En 2020 se ha reducido entorno a un 20% los presupuestos de marketing por parte de las empresas, datos que no nos debiera sorprender pues como os comento, cuando la cosa no pinta bien, la función que primero nota los efectos siempre es marketing y posteriormente rr.hh.
Como os comentaba hace algún tiempo, no es de extrañar esta situación, pues si consideramos que los CEOs no creen en sus responsables de marketing, que desde muchas empresa el marketing se ve como un aditivo edulcorante de presencia, que no es una disciplina que se tomen en serio muchas organizaciones o que no hay responsables adecuados desempeñando sus funciones, en otras ocasiones no se aportan los medios necesarios para desarrollar el marketing eficiente que siempre defendemos, pues con todos estos matices, circunstancias, escenarios, con este panorama nos hace ver claramente que cuando hay dificultades, la función que primero y que más se ve afectada es la del marketing.
Esta circunstancia, tratan de justificármela muchos empresarios, directivos, Ceos, en fin responsables de empresa, pero siempre extraigo la misma conclusión, si estamos en la era del marketing y muchas empresas siguen sin creer en él, por la razón que sea, es que a nivel estratégico y de cultura es normal que tengamos muchas dificultades para encontrar o aumentar nuestra competitividad.
El marketing, en mi opinión, forma parte de la solución a la situación que vivimos y que viviremos en un futuro cercano, no es el problema lo que se destina a este fin, sino como se emplea, ya que el ROI que genera el marketing eficiente está comprobado que es de los más altos en relación con otras funciones dentro de la empresa. Quizás esto no se vea en muchas empresas por que no se entiende bien como funciona, cual ha de ser su misión, quizás porque se siga visualizando y desarrollando como una disciplina de presencia e imagen de productos o corporativa, cuando en realidad la función del marketing solo se dedica a conquistar clientes, a relacionarse con ellos de determinada manera, para que seamos su fuente de satisfacción. Bajo esta premisa, cuando el mercado empieza a dar síntomas de problemas la estrategia debería ser totalmente la contraria, es decir, la de invertir en marketing para obtener mejores resultados, invertir más, en marketing eficiente claro está.
Lo comenté hace algún tiempo, para mí la condición de competitividad de una empresa viene determinada por la capacidad de marketing eficiente que posea, por lo que creo firmemente que en este periodo de crisis solo saldrán a flote, solo sobrevivirán, solo obtendrán buenos resultados, aquellas empresas que identifiquen y se adapten a las nuevas reglas que impondrá el mercado y los clientes, y eso sin apostar por el marketing, deja sin ninguna posibilidad a las empresas por muchas reconversiones financieras, societarias o de recursos humanos que apliquen. Estas se habrán de acomodar a lo que el marketing sea capaz de generar pues este es quién se preocupa y ocupa de quienes les da de comer, el cliente.
Lo cierto es que se reduce la inversión en marketing por parte de las empresas ante serios problemas en los mercados y quizás no se vea que este forma parte de la solución y no del problema. Saldrán victoriosos los que apuesten por el marketing eficiente, es la solución a tiempos de crisis, pues nadie puede aportar mejores resultaos que quien se adapta y da lo quiere el cliente y el mercado.