Recordemos que la Propiedad Intelectual (PI) busca reconocer la inversión en el desarrollo de innovación y de todas aquellas creaciones de la mente que nos permiten competir más y mejor en nuestros mercados. En este sentido, la PI, desde su definición misma, se relaciona estrechamente con el mundo del marketing y de la creatividad.
En el proceso de la protección de la PI de las organizaciones, éstas entregan información detallada, confiable y de manera permanente a las autoridades de PI de los diferentes países donde comercializan sus servicios y productos. Desde esta perspectiva, podemos entender el potencial enorme que tiene todo este BigData de PI para vigilar los movimientos en materia de nuevos lanzamientos de productos y servicios, de los canales de distribución y de la estrategia de expansión de actores clave en nuestros mercados -como competidores o clientes-, o para identificar tendencias clave con un impacto potencial en nuestro entorno de negocios.
Sin embargo, generalmente pensamos que los temas relacionados con PI son demasiado técnicos, demasiado legales o, en cualquier caso, demasiado complejos e inaccesibles. Así, las áreas de promoción desaprovechan en muchas ocasiones todo este mundo de BigData global y sus insights estratégicos. Afortunadamente, gracias a la tecnología, estas oportunidades son ahora accesibles para todos, desde cualquier parte del mundo y a un par de clics de distancia.
En efecto, en la era del 4.0 y de los "tech", "IPTech" se refiere a la incursión de la tecnología en el mundo de la PI, en todos sus niveles: i. desde una perspectiva de transformación digital y de la optimización del modelo de negocio de los proveedores de servicios de PI, ii. desde una dimensión de producto, o sea, del desarrollo de una oferta de soluciones tecnológicas a clientes para que éstos puedan gestionar mejor su PI y, iii., desde una perspectiva sectorial, en donde existe un desarrollo de un conocimiento especial en materia de las necesidades de PI de las empresas del sector tecnológico o de aquellas organizaciones transformándose digitalmente.
Y es que es en medio de toda esta "technización" que la PI empieza a desarrollar herramientas muy prácticas -y en muchas ocasiones gratuitas- que, como mencionábamos antes, permiten a los profesionales del marketing aprovechar la información de la PI en sus estrategias.
Un primer ejemplo es el de la vigilancia de activos online que se enfoca en la detección, análisis y eliminación de infracciones de marcas y productos en internet (marketplaces, buscadores y redes sociales). Un tipo de infracción muy común es, por ejemplo, la piratería, que puede implicar un problema reputacional si nuestros clientes se confunden y compran productos de mala calidad asociados a nuestra marca. Asimismo, cuando hablamos de comercialización masiva en internet, la piratería representa un costo de oportunidad muy importante. Para dar una dimensión del fenómeno, según estudios del Business Action to Stop Counterfeiting And Piracy -BASCAP- y de la International Trademark Association -INTA- el volumen de negocio global que se espera generen los productos falsificados y pirateados en 2022 es de 991 billones de dólares. Además, según un estudio disponible en internet, "Instagram and Counterfeiting in 2019: new features, old problems" el 20% de las publicaciones en Instagram conducen a falsificaciones en sitios deshonestos.
La vigilancia de activos online utiliza un software que navega por internet identificando todas las potenciales infracciones y que aprende sobre estas gracias a una herramienta de machine learning.
Otro ejemplo de vigilancia, pero esta vez a partir de la información almacenada en las diferentes oficinas de PI del mundo, es aquella que nos permite obtener información sobre las solicitudes de registros de derechos de PI como marcas, nombres comerciales o diseños de los actores relevantes de nuestro mercado. Gracias a herramientas gratuitas como los buscadores de diseños y marcas de la European Union Intellectual Property Network, podemos conocer las últimas solicitudes de registro asociadas a servicios o productos lanzados o próximos a ser lanzados por cualquier empresa en el mundo. Sin embargo, existen herramientas más potentes que recurren a bases de datos más precisas y que permiten automatizar reportes sobre las últimas solicitudes realizadas y recibirlas periódicamente en nuestras bandejas de entrada.
A modo de ejemplo, una empresa del sector automotriz podría recibir información sobre las solicitudes de registro de nuevos diseños -con los dibujos detallados- realizadas por las marcas de la industria, en los países de interés, directamente. Si tenemos en cuenta que la publicación de los diseños de nuevos modelos de automóviles es la primera divulgación fuera de la empresa de estos diseños -incluso antes de ferias o catálogos- podemos comprender muy bien el valor que puede tener este tipo de vigilancia. De hecho, recientemente han circulado renders del nuevo automóvil de Apple, inspirados en las solicitudes de patentes del gigante de Cupertino.
En relación con el mundo de las patentes podemos también recurrir a la información guardada en bases de datos -públicas y privadas-. Por su misión misma de proteger los derechos de invenciones, las patentes son una fuente de información muy rica y accesible a la hora de identificar tendencias tecnológicas con impacto en nuestro entorno de mercado. Para navegar en este universo de patentes existen diferentes soluciones como Google Patents, un motor de búsqueda que indexa patentes y solicitudes de patentes, o Idectory, que utiliza inteligencia artificial para navegar en bases de datos de patentes a través de términos de búsqueda sencillos, ahorrándonos los costos y tiempos de ingenieros expertos en patentes en búsquedas generales en bases de datos públicas.
También, el Blockchain ha llegado al mundo de La PI... Efectivamente, Blockchain nos permite crear pruebas de existencia que, por su naturaleza descentralizada, inmutable y transparente, nos ayudan a demostrar la autoría de nuestras ilustraciones, fotografías, guiones y material audiovisual (y de nuestros algoritmos) permitiéndonos controlar nuestras creaciones en internet en épocas de generación y reproducción masiva de contenido en internet.
Finalmente, podemos recordar que con la transformación digital acelerada derivada de los confinamientos, la generación de activos intangibles y digitales en las organizaciones se ha disparado: nuevos modelos de negocio digitales, boom de la generación de contenido, comercialización a través de marketplaces y redes sociales, desarrollo de plataformas digitales propias.... Sin embargo, en paralelo a todas estas oportunidades de negocio, surgen nuevos retos relacionados con la facilidad para hacer usos indebidos de la PI. Por ello, la protección tradicional a través de solicitud de protección de marcas, diseños y nuevas creaciones, a través de la gestión de derechos de autor para software y obra artística, o a través de estrategias legales para mitigar riesgos, están más vigentes que nunca.