Por Redacción - 25 Abril 2023
El momento en que las empresas y marcas comienzan a planificar su estrategia de verano puede variar dependiendo del tipo de negocio y la industria en la que operan. En general, las empresas que tienen productos o servicios estacionales, como las relacionadas con la playa, los deportes de verano o la moda, tienden a planificar su estrategia de verano con varios meses de anticipación.
En algunos casos, las empresas pueden comenzar a planificar su estrategia de verano con hasta un año de anticipación para asegurarse de que tienen suficiente tiempo para desarrollar campañas publicitarias, diseñar productos y establecer alianzas con otros negocios relevantes. En otros casos, las empresas pueden comenzar a planificar su estrategia de verano unos meses antes, dependiendo del alcance y la complejidad de la campaña.
Sin embargo, un año caluroso puede obligar a las empresas a adelantar la puesta en marcha de estrategias de marketing y publicidad veraniegas. Si las temperaturas suben antes de lo previsto, las personas pueden comenzar a planear y realizar actividades al aire libre antes de lo esperado, lo que puede afectar la demanda de ciertos productos o servicios estacionales.
Según los expertos en clima, el año 2023 podría ser el más caluroso jamás registrado en la Tierra, superando el récord actualmente en manos del año 2016.
Si las temperaturas suben más temprano en la temporada de verano de lo habitual, las personas pueden comenzar a planear y reservar sus vacaciones o viajes de verano antes de lo previsto, lo que puede requerir que las empresas de turismo adelanten la puesta en marcha de sus campañas publicitarias para captar la atención de los consumidores antes de que tomen sus decisiones de compra.
Es común que los hábitos de los consumidores cambien durante los meses de verano o cuando hace más calor. Cualquier cambio en las condiciones climáticas puede tener un impacto significativo en las decisiones de compra de los consumidores y, por lo tanto, en las estrategias de marketing y publicidad de las empresas. Por ejemplo, un verano particularmente caluroso puede llevar a un aumento en la demanda de productos y servicios relacionados con el aire acondicionado, bebidas frías, protector solar y ropa de verano.
El clima también puede afectar la forma en que las empresas promocionan sus productos y servicios
Si las temperaturas son más altas de lo habitual, las empresas pueden centrar sus esfuerzos de marketing en resaltar la calidad y la comodidad de sus productos y servicios relacionados con el verano. Por ejemplo, una empresa de ropa puede destacar la transpirabilidad y la frescura de sus prendas de verano, o una empresa de turismo puede enfatizar la proximidad de sus destinos a las playas o lagos.
Durante los meses calurosos, los consumidores también tienden a gastar más en actividades de ocio y entretenimiento
Es común que planifiquen viajes, excursiones y actividades al aire libre, como ir a la playa, la piscina, hacer senderismo, entre otros. También suelen gastar más en restaurantes, bares y eventos sociales, ya que pasan más tiempo fuera de casa. De igual forma, suele ser notable un cambio en los patrones de consumo de alimentos. Cuando hace más calor, los consumidores tienden a preferir comidas más ligeras, frescas y saludables. Se consume más frutas y verduras, ensaladas, carnes blancas y pescado, en lugar de alimentos pesados y calóricos. También se tiende a consumir más bebidas frías y refrescantes, como jugos naturales, agua de coco, cervezas y cócteles.
En cuanto al comportamiento de compra en sí mismo, los consumidores pueden ser más propensos a realizar compras impulsivas durante los meses de verano. Esto puede deberse a la influencia del ambiente relajado y festivo de la temporada, así como a la publicidad y promociones específicas de verano. Las empresas suelen aprovechar este comportamiento mediante promociones y campañas publicitarias que resalten la emoción y el estilo de vida veraniego.
Es recomendable que las empresas y marcas planifiquen y adapten sus estrategias para optimizar su desempeño durante los meses de verano y la llegada del calor. Si las empresas anticipan correctamente la llegada del verano, pueden planificar mejor sus campañas publicitarias y ajustar sus ofertas de productos y servicios para satisfacer las necesidades de los consumidores durante esta temporada.
Sin embargo, si la llegada del calor se adelanta con una primavera calurosa, puede ser difícil para las empresas reaccionar rápidamente y adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores si este escenario no ha sido previsto o planificado. En este caso, es posible que las empresas pierdan oportunidades de ventas y puedan enfrentar dificultades para satisfacer la demanda de productos y servicios relacionados con el clima.
Por lo tanto, es importante que las empresas estén siempre atentas a los cambios en las condiciones climáticas y sean lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios en el comportamiento de los consumidores. La planificación y la anticipación son importantes, pero también lo es la capacidad de responder y adaptarse a situaciones inesperadas. Si las empresas no están preparadas para satisfacer esta demanda antes los cambios de consumo derivados de los cambios climáticos, pueden perder ventas y oportunidades de negocio. Por lo tanto, es importante que las empresas estén atentas a las condiciones climáticas y se preparen para cambios inesperados.