Por Redacción - 19 Marzo 2024
La multinacional energética Iberdrola ha lanzado una acusación contundente contra su rival Repsol, presentando una demanda por lo que considera prácticas de competencia desleal y publicidad engañosa. La denuncia, presentada ante el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Santander en febrero y admitida a trámite, señala a Repsol por lo que Iberdrola describe como "greenwashing" o blanqueo ecológico, alegando que la petrolera promociona iniciativas sostenibles mientras impulsa el consumo de carburantes, según fuentes de la eléctrica.
El movimiento legal de Iberdrola tiene su base en la Ley de Competencia Desleal, invocando artículos relacionados con actos y omisiones engañosas, así como publicidad ilícita, especialmente en lo que respecta a las campañas publicitarias y comunicaciones corporativas de Repsol. La demanda destaca la discrepancia entre la promoción de Repsol sobre su compromiso medioambiental y su enfoque predominante en la comercialización de combustibles fósiles, un punto que Iberdrola considera como un acto que distorsiona la competencia y socava la confianza del consumidor en las iniciativas de sostenibilidad.
Iberdrola, liderada por Ignacio Sánchez Galán, argumenta que este tipo de prácticas, a las que denominan "eco postureo", tienen un impacto negativo en los mercados al minar la credibilidad de las iniciativas genuinas de sostenibilidad. En su solicitud, la compañía reclama que se declare que Repsol lleva a cabo actos de competencia desleal, exigiendo la cesación de estas prácticas, la remoción de sus efectos y la destrucción de material publicitario relacionado.
No obstante, desde Repsol se defienden de estas acusaciones, argumentando que su estrategia y propuesta de valor son únicas en la Península Ibérica y generan preocupación en Iberdrola, una empresa que, según afirman, está más acostumbrada a un entorno de mercado regulado. Repsol sostiene que continuará expandiendo su base de clientes de electricidad y ofreciendo soluciones energéticas que incluyen combustibles renovables, percibidos por algunos competidores como una amenaza a su narrativa centrada en la electrificación como única solución para reducir las emisiones de CO2 en el transporte.
En respuesta a las acusaciones, Repsol resalta su transformación en una compañía multienergética en los últimos años, con una oferta comercial diversificada en España que ha captado la atención de un creciente número de consumidores. La empresa recalca sus inversiones en generación renovable y su compromiso con la descarbonización, además de destacar sus esfuerzos en áreas como la recarga eléctrica y la producción de hidrógeno renovable, aspectos que consideran fundamentales para la transición hacia una economía más sostenible.
La batalla legal entre estas dos gigantes energéticas pone de relieve la importancia de la transparencia y la veracidad en las comunicaciones corporativas, especialmente en un contexto donde la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental están en el centro de la agenda empresarial. La Directiva sobre empoderamiento de los consumidores para la transición verde introduce normativas específicas para abordar prácticas comerciales desleales que puedan confundir a los consumidores, como es el caso del greenwashing, lo que sugiere un escrutinio más riguroso de estas prácticas en el futuro.