Por Redacción - 25 Junio 2024
La percepción de los trabajadores de las compañías en España respecto a la alineación entre la cultura y la estrategia de negocio no es satisfactoria. Tres de cada cuatro afirman, en mayor o menor grado, que existen discrepancias entre ambos conceptos. Una afirmación que trae consigo grandes deficiencias en el rumbo que a día de hoy toman miles de compañías, puesto que evidencia que los valores, creencias o comportamientos no guardan sintonía con el rumbo estratégico que se quiere conseguir.
Esta es solo una de las principales conclusiones extraídas por el I Observatorio de Ejecución estratégica: ¿Conocen los empleados la estrategia?, realizado por BTS, la consultora especializada en la transformación de las organizaciones a través de las personas. Este estudio ha encuestado a los diferentes niveles de la organización: empleados, rangos intermedios y directivos, para crear una radiografía sobre la alineación del capital humano con la estrategia empresarial, así como su grado de capacitación y compromiso con ella. Si atendemos a las respuestas de los puestos de responsabilidad, el debate se hace aún mayor y contrasta con la práctica unanimidad de los empleados.
Entre los directivos, el 45% cree que habría que implementar mejoras para alinear cultura y estrategia, aunque más de la mitad (54%) siente que el rumbo es el correcto. Se constata así una división que indica la prioridad de este asunto como palanca para mejorar en el futuro.
“Las empresas que entienden que alinear a las personas es más que comunicar, es darles la oportunidad de interactuar con la estrategia, entender claramente sus porqués y el rol que desde sus funciones pueden tener en ella, causando un impacto real y duradero en sus equipos, son aquellas que logran una mejor ejecución estratégica y, por tanto, maximizar sus resultados comerciales”, ha señalado Philios Andreou, Deputy CEO de BTS.
Relacionado con este asunto, el estudio destaca la percepción que tienen los empleados sobre la estrategia. La mitad de los encuestados (49%) aseguran tener un conocimiento básico de la estrategia, pero no entienden completamente cómo contribuir a su ejecución. Este dato se contrapone al 62% que asegura que sus objetivos de desempeño están alineados con los objetivos estratégicos de la organización.
“Esta disonancia entre ambos datos marca a las claras el grado de compromiso de los empleados en las compañías como un profundo gap a mejorar. La explicación más probable es que, aunque no entienden totalmente la estrategia tienen confianza en sus líderes y la alineación que estos han hecho de sus objetivos individuales con los de la organización”, asegura Ribeiro.
La propia consultora ha sido la propulsora del marco teórico E=AxMxC mediante el cual se estructura la combinación de elementos clave que hace posible verificar dentro de una compañía si la estrategia se ejecuta de la manera correcta. Dicha Ejecución debe contar con un alto grado de Alineación y conocimiento sobre cuál es la estrategia y cómo desarrollarla; mientras, el compromiso de los trabajadores se logra a través de la Mentalidad; y las Capacidades correctas para ejecutarla.
Este marco permite simplificar el proceso y evaluar de una manera más sencilla si las compañías están tomando las decisiones correctas para impulsar una ejecución estratégica efectiva.
En línea con esta teoría, uno de los aspectos más importantes a la hora de alinear a toda la plantilla con los objetivos de la compañía es una política de información y comunicación interna adecuada y con propósito.
A este respecto, el 66% de los empleados afirma haber recibido información sobre la estrategia, aunque sólo un escaso 30% considera que la conoce en detalle y comprende cómo se relaciona con su trabajo. Es más, la encuesta señala que sólo en el 38% de los casos se ha recibido información sobre los objetivos y los resultados esperados de cada área de trabajo. Fruto de esto, aparece uno de los datos más llamativos de los recogidos en la encuesta, la mitad de los trabajadores encuestados no sabe cómo contribuir de forma efectiva a la estrategia de su empresa.
Esta realidad contrasta con la percepción que tienen tanto los rangos intermedios como la alta dirección. Por su parte, el 87% de los directores y el 67% de los supervisores afirman conocer la estrategia de manera detallada y comprender cómo se relaciona con su trabajo.
Además, esta situación contrapuesta extrae una nueva conclusión puesto que tres de cada cuatro empleados afirman no recibir la información necesaria para una correcta ejecución de la estrategia y el 40% de los directivos corrobora este sentimiento ya que perciben como uno de los principales obstáculos la falta de alineación entre empleados y estrategia.
“Esta diferencia de opinión entre unos grupos y otros no hace sino evidenciar la desigual percepción que se tiene de la estrategia corporativa en diferentes niveles de responsabilidad. De hecho, cuando la mitad de los empleados señala que no sabe cómo contribuir a la estrategia, está claro que algún eslabón de la cadena está fallando y la cultura no logra impregnar, alinear, a todos los componentes de la empresa. Para ello, las compañías cuentan con algunas herramientas para mejorar su situación que pasan. Por ejemplo, fomentar un cambio de mentalidad que potencie la creencia de los equipos en lo que están haciendo,o dotarles de las capacidades necesarias para entender con perspicacia el negocio y cómo la compañía obtiene beneficios; todo con el objetivo de que sean capaces de articular claramente la propuesta de valor de la empresa para sus clientes”, incide André Ribeiro, vicepresidente senior y Partner de BTS en España.
La política de comunicación es vista por los directivos y supervisores como una herramienta de gran utilidad para incrementar la motivación y el compromiso, además de fortalecer el sentimiento de pertenencia. No obstante, afirman que se encuentran diariamente con obstáculos que impiden su correcta implementación, como son ‘no generar preocupaciones innecesarias a los empleados’, ‘la resistencia de otros líderes a compartir información estratégica’, ‘la falta de tiempo’ o ‘la complejidad de la estrategia’.
¿Hay responsables ante esta falta de alineación?
Entre los directivos, el 36% considera que uno de los problemas a la hora de pivotar o realizar cambios estratégicos reside en la resistencia a esa evolución por parte de los empleados. Mientras tanto, la consulta a los empleados extrae como uno de los principales obstáculos la falta de objetivos a largo plazo y un liderazgo aferrado a estrategias y metodologías antiguas, que repercute también en su grado de compromiso.
“Percibimos un gran salto entre los empleados y aquellos puestos que ostentan en mayor o menor medida un grado superior de responsabilidad. Esa falta de vinculación entre lo que perciben unos y otros no es una dificultad menor. Es más, afecta directamente al desempeño de toda la plantilla y, por ende, a los resultados de la compañía. Por ello, las empresas deben trabajar desde ya y darle la importancia que merecen estas cuestiones para lograr activar todas las palancas en la dirección correcta de modo que el engranaje funcione a la perfección por el beneficio de todos”, destaca Ribeiro.
La solución puede estar en re-pensar los procesos de planificación estratégica
En lo que hay sí hay cierto consenso es en cuanto al proceso de creación de la estrategia. Si bien es cierto que la definición de la estrategia a través de varias iteraciones de arriba hacia abajo y abajo hacia arriba, es muy poco usual (11% de los empleados, 7% de los gerentes y supervisores, y el 4% de los directores), la gran mayoría, se encuentren en el nivel que se encuentren destacan que los empleados deberían jugar un papel activo en esa ideación. Para los empleados, el 71% destaca que la estrategia se beneficiaría de un enfoque de “abajo hacia arriba” en su proceso de creación; mientras que, para supervisores y alta dirección, un 94% apuesta a que, en mayor o menos medida, los empleados deben ser parte activa de este proceso.