Por Redacción - 22 Julio 2024
En un movimiento estratégico para recuperar a los compradores de ingresos medios, varias marcas de lujo, entre las que se incluyen Burberry e Yves Saint Laurent, han comenzado a reducir sus precios. Este cambio busca atraer a los 330 millones de personas que gastan menos de 2.180 dólares al año en productos de alta gama, pero que representan más de la mitad de todas las compras de lujo.
Según un informe de Boston Consulting Group, los consumidores que gastan más de 20.000 euros al año (21.775 dólares) constituyen solo el 10% del total de compras de lujo. El crecimiento del sector, sin embargo, proviene en gran medida de los "compradores aspiracionales", particularmente en Asia, quienes ahora se sienten presionados en los dos principales mercados de lujo del mundo: China y Estados Unidos.
Las marcas han incrementado sus precios a niveles inalcanzables para muchos compradores
Los expertos señalan que los problemas del sector del lujo son, en parte, autoinfligidos. Las marcas han incrementado sus precios a niveles inalcanzables para muchos compradores de clase media. Un ejemplo de esto es Burberry, que ha lanzado bolsos con un precio promedio un 58% más alto que sus modelos anteriores, alejando a sus clientes tradicionales sin compensarlo con un mayor gasto de los consumidores más ricos.
Mientras tanto, los consumidores más adinerados están demandando más innovación de las marcas para seguir la tendencia hacia la personalización. El negocio de venta minorista selectiva de LVMH, conglomerado multinacional francés en lujo y dueño de 76 marcas de renombre en todo el mundo entre las que encontramos Louis Vuitton, ofrece “experiencias de compra personalizadas adaptadas a las aspiraciones individuales”, ha visto un incremento en sus ingresos del 11%, el mayor crecimiento entre todos los segmentos de la empresa.
“Los consumidores adinerados valoran cada vez más las experiencias por encima de las posesiones materiales y buscan encuentros únicos y memorables que resuenen con sus intereses personales”. En respuesta, las marcas de lujo están ofreciendo eventos exclusivos, servicios a medida y experiencias de viaje personalizadas para satisfacer los gustos individuales de sus clientes.
El ajuste de precios por parte de las marcas de lujo representa un intento claro de equilibrar la balanza entre exclusividad y accesibilidad.
En una economía global marcada por la incertidumbre, atraer nuevamente a los compradores de ingresos medios es crucial para sostener el crecimiento del sector. Las marcas que históricamente han simbolizado estatus y opulencia ahora deben adaptarse a un mercado donde la diferenciación y el acceso a una clientela más amplia se han vuelto esenciales. Al mismo tiempo, la demanda de personalización y experiencias únicas por parte de los consumidores más adinerados subraya una evolución en las expectativas del lujo. Ya no se trata solo de poseer productos exclusivos, sino de vivir experiencias que reflejen un estilo de vida distintivo y memorable. Las marcas que puedan innovar en este ámbito y ofrecer un valor añadido más allá del producto físico tendrán una ventaja competitiva significativa.
La capacidad de las marcas de lujo para responder a estos desafíos determinará su éxito a largo plazo. La reducción de precios puede atraer a un mayor número de compradores, pero la clave estará en mantener un equilibrio que no diluya la percepción de exclusividad que define al sector. La innovación en servicios y experiencias, combinada con una estrategia de precios ajustada, permitirá a estas marcas no solo sobrevivir, sino prosperar en un mercado en constante cambio.