Por Redacción - 30 Octubre 2024
Las marcas del fabricante desempeñan un papel crucial en la economía española, aportando el 65% del empleo en el sector del gran consumo. Según datos proporcionados por la asociación de fabricantes Promarca, estas marcas generaron en 2023 un total de 1.377.000 puestos de trabajo, lo que equivale al 6,3% del empleo total en el país. Este porcentaje se ha mantenido estable durante los últimos cinco años, a pesar del crecimiento de las marcas de distribuidor, que solo crearon 719.000 empleos en el mismo periodo, lo que representa un 52% de lo generado por las marcas del fabricante.
El impacto económico de estas marcas es significativo, ya que no solo generan empleo directo, sino que también crean una notable cantidad de empleos indirectos; de los 1.377.000 puestos de trabajo, 547.000 fueron directos y 830.000 indirectos. Además, las marcas del fabricante representan el 7,5% del PIB de España, en comparación con el 3,3% de las marcas blancas, lo que subraya su mayor aportación de valor a la economía nacional. Este valor añadido ha disminuido en el periodo de 2019 a 2023, pasando de 0,21 a 0,19 euros por cada euro gastado en hipermercados y supermercados, lo que se traduce en una pérdida acumulada de 1.792 millones de euros.
Amparo López-Senovilla, secretaria de Estado de Comercio, destacó la relevancia de las marcas españolas con reputación internacional y su capacidad para atraer a otros actores en la cadena de valor. Afirmó que la presencia de estas marcas no solo mejora la imagen de España en el mercado global, sino que también contribuye a la cohesión territorial, advirtiendo que la ausencia de fábricas en pueblos puede conducir a la despoblación.
En un reciente foro, representantes de empresas como Deoleo, Danone, Procter & Gamble y Lactalis discutieron los desafíos actuales del sector, reconociendo el impacto de las marcas en la generación de empleo en las comunidades donde operan. A la vez, subrayaron la necesidad de adaptar sus políticas de recursos humanos para atraer y retener talento en un entorno laboral en constante evolución, donde la digitalización demanda perfiles especializados y donde los candidatos exigen mayor conciliación y flexibilidad. Este contexto revela no solo la importancia de las marcas del fabricante en la economía, sino también su papel esencial en el desarrollo sostenible y el bienestar de las comunidades.