Por Redacción - 29 Abril 2016
Los resultados financieros de Apple, presentados como ocurre con todas las empresas cotizadas cada trimestre, solían ser una especie de festín de los números grandiosos y de las cifras de infarto. Apple solo publicaba buenas noticias y solo lanzaba al mundo cifras impresionantes, con crecimientos de ventas y con datos tan positivos económicos que hacían que la compañía fuese una suerte de marca envidiada por todo el mundo. Apple consiguió además en los últimos años pasar del punto de tocar fondo (y malamente) en los 90 a ser la firma más cool del mercado. Pero ¿ha llegado ya el momento en el que la estrella de Apple se ha empezado a apagar?
La desaparición de Steve Jobs, el fundador de la marca y el que había sido su líder visionado, hizo que muchos analistas empezasen a plantearse si Apple no estaría llamado a perder su encanto. Al fin y al cabo, gran parte de su éxito estaba en la idea visionaria de Jobs y en sus decisiones de producto. Apple ha sobrevivido todos estos años y ha seguido presentando números positivos, aunque las cosas han vivido un giro.
Por primera vez en trece años, Apple acaba de presentar una caída en sus ingresos. En el segundo cuatrimestre del año, los ingresos cayeron en un 13% y, por ello, se ha destapado el bote de las especulaciones. ¿Qué es lo que le ha ocurrido a Apple? ¿Qué es lo que la compañía está haciendo mal? ¿Es un bache o el principio del fin? Los análisis se suceden y el hecho de que las noticias de sucesos apunten hoy a que un empleado de la firma ha muerto en sus oficinas (posiblemente un suicidio) no hará más que avivar rumores, análisis y puntos catastrofistas. ¿Ha dejado Apple de ser la marca más cool del mundo o el problema es "de los otros"?
La compañía (como tantas otras firmas han hecho en los últimos años) le ha echado la culpa al contexto. Como publica la BBC, Tim Cook, el consejero delegado de la compañía, ha señalado que a pesar de los números el resultado final de Apple fue bueno "pese a tener fuertes vientos macroeconómicos en contra". Los analistas, sin embargo, no ven en la economía una explicación tan clara para las cuentas de Apple, ya que, al fin y al cabo, la firma de Cupertino ha vivido algunos de sus mejores años de forma paralela a la gran crisis económica y, hasta ahora, no se ha visto lastrada por el contexto económico general. ¿Es la crisis económica que está empezando a acabar una explicación para una situación que está empezando justo ahora a empeorar?
La tesis favorita de los analistas es que Apple ha perdido pie por culpa del iPhone. La compañía ha dependido en los últimos años demasiado de las ventas del terminal, lo que hace que una caída en el mismo y en su peso en el mercado tenga un impacto directo (y potencialmente desastroso) en sus cuentas. Y ese momento ha llegado: el iPhone se vende menos y la culpa está en el poder de la marca.
Uno de los principales puntos de tensión para Apple y las ventas de su iPhone está en China y la cuestión que ha empujado a la baja al terminal es una cuestión de percepción de marca. Como apuntan en The New York Times, el iPhone fue en su momento un símbolo de estatus en ese mercado. Ya no lo es. El iPhone ha perdido su brillo.
Los consumidores chinos cambiaban de modelo de iPhone cada vez que salía uno, con una especie de fe ciega en el terminal y en sus capacidades. El iPhone no era solo un teléfono, era un estilo de vida. En el último lanzamiento, fueron más los que no compraron a ciegas y esperaron a ver qué ofrecía Apple. Y, lo que resulta peor para la percepción de la marca, los consumidores están dejando de ver a Apple como la única marca deseable del mercado. Las jóvenes clases medias chinas están abriéndose a los competidores de Apple, incluso a las marcas locales que no tenían esa fama atractiva en el pasado pero que están logrando posicionarse como algo cool. La competencia del iPhone es ahora el último modelo de Huawei.
Los consumidores ya no están tan cegados por los otros productos de Apple
A esto hay que sumar que los consumidores chinos muestran algo que está sucediendo en muchos más mercados y que está poniendo las cosas difíciles a la marca no solo en China sino realmente en todas partes: los consumidores están viendo cada vez de forma más crítica a los terminales y son mucho más críticos que nunca con ellos. Las mejoras de los nuevos modelos no son tan impresionantes como en el pasado y, además, los consumidores lo están viendo. Ya no se están cegando con la idea de que es un iPhone.
E igualmente, como apuntan en un análisis de The Economist, los consumidores ya no están tan cegados por los otros productos de Apple y son también más críticos con los recién llegados. Esto es, su elevado precio, como ocurre con el Apple Watch, los echa para atrás y ya no se dejan cegar con lo de "es caro, pero es de Apple".
¿Es el principio del fin para Apple? Las acciones de la compañía cayeron un 8% tras la presentación de resultados en las compras fuera de hora, aunque quizás no se debería tirar a la marca para siempre simplemente por unos malos resultados. Apple sigue siendo una de las marcas más valoradas del mercado y sigue teniendo un público de base muy fiel.
Lo que tiene que hacer es encontrar un nuevo producto que se convierta en el timón, en el motor de impresión, que fue hasta ahora su iPhone. Un coche eléctrico sería difícil (los jugadores ya están muy establecidos en el mercado) y sus intentos en televisión no acaban de cuajar, pero aún quedan nichos que explorar. El problema es más bien, como apuntan en algún análisis, que el éxito abrumador del pasado hace que cualquier éxito futuro se acabe viendo de una forma más modesta.