Por Redacción - 28 Junio 2016
No es una queja nueva: los departamentos de marketing lamentan el peso que la burocracia y todas esas cosas que no son realmente su trabajo tienen en su jornada laboral y que acaban haciendo que pierdan irremediablemente el tiempo. Las reuniones son vistas como una suerte de lacra, como un elemento que pone obstáculo tras obstáculo a su día a día en el trabajo y que hace que las cosas les salgan peor de lo que deberían.
Un estudio reciente de una firma británica acaba de echar más sal en esa herida. Detrás del estudio está la compañía Wisembly, que ha preguntado a los trabajadores por lo que consideran más molesto de su día a día y por lo que creen que les hace perder más es el tiempo. Las reuniones son las que se llevan la palma: un 36% de las mismas son consideradas improductivas, de una forma genérica en la que todos los sectores y todos los departamentos están implicados. Cuando se pone la lente en el terreno del marketing las cosas empeoran: los departamentos de marketing son los que ven las cosas peores y los que se destacan como los culpables más absolutos en lo que a perder tiempo en reuniones se refiere.
De hecho, según los datos del estudio, el personal de marketing dedica una media de 13 horas a la semana a reunirse y las reuniones son siempre bastante largas. La media es de 1 hora y 42 minutos de reunión, lo que supone no solo una duración de entrada con cariz bastante infernal sino también una duración muy superior a la media de las reuniones de los demás departamentos. En general, las reuniones duran 1 hora y 7 minutos, lo que hace que el departamento de marketing esté 35 minutos por encima de lo recurrente.
Las reuniones no son solo un parón en el trabajo y algo que los trabajadores consideran una pérdida de tiempo sino también una pérdida de dinero para la empresa (según el estudio, y partiendo de datos de ingresos medios británicos, las empresas pierden una media de 1.400 libras esterlinas, unos 1.826 euros, por empleado al año por culpa de las reuniones) y un sinsentido organizativo. Un 50% de las reuniones de empleados tiene entre los objetivos a cumplir el fijar una fecha para una nueva reunión.
Los culpables de la fiebre de las reuniones
Si las reuniones solo sirven para cerrar otras reuniones y si se pierde tiempo, dinero y ganas en ellas, ¿por qué las compañías no paran de hacer que sus empleados se reúnan? En el caso del departamento de marketing y de los trabajadores del sector, el estudio ha identificado ciertos problemas que son los causantes de la fiebre de las reuniones.
Según sus conclusiones, las reuniones de marketing son improductivas por varias cuestiones ligadas al liderazgo. En las reuniones habitualmente alguien lleva la voz cantante y los demás sienten que no pueden (o no deben) decir lo que quieren decir. Un 20% de los trabajadores se siente intimidado durante las reuniones (lo que no solo es impresionante de por sí, sino que además supera los registros de los demás departamentos corporativos) y un 22% asegura que nunca tiene oportunidad de meter baza. A ellos se suma el hecho de que, en general, el 41% de las reuniones en el trabajo están dominadas por una o dos personas.
A todo esto, se suma que los trabajadores de marketing no suelen estar "a lo que están" en las reuniones. Mientras se reunen se dedican a muchas otras cosas, en un ejemplo claro de multitasking que hace que el problema se haga más complejo y más profundo. No solo además se dedican a hacer cosas relacionadas con el tema de la reunión sino también a hacer cualquier otra cosa que podrían hacer en otro momento. En la lista de esas actividades no relacionadas con el trabajo, quienes confiesan hacerlo reconocen haber comprado online (un 50%), buscado otro trabajo o preparado una entrevista de empleo (un 17%), haberse quedado dormidos (un 11%) y hasta haber ligado online (un 6%).
Suma millones de correos y tendrás la tormenta perfecta
Las reuniones no son además la única cuestión a la que los trabajadores deben enfrentarse y que consideran una pérdida de tiempo. Otro estudio, este de Workfront, ya ponía a las reuniones como una de las tareas que más les hacía perder el tiempo a los trabajadores de marketing (quienes según sus datos solo dedican el 36% de su jornada a las labores primarias asociadas a su cargo) y añadía las avalanchas de mails a la ecuación.
Según sus datos, un 16% del tiempo de los trabajadores del sector se va simplemente en mandar, leer y responder emails. Un 61% de los marketeros reconocía entonces que el exceso de correo electrónico era una de las cosas que les hacía perder el tiempo (y un 64% acusaba a las reuniones).