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Por Redacción - 21 Junio 2017
Nadie duda que en ciertas profesiones y en ciertos terrenos la creatividad es muy importante. Hay cientos de artículos que así lo recuerdan y que dan las claves para ganar en ese terreno. Ahí están, por ejemplo, los escritores o los dibujantes, dos profesiones que se asocian directamente con el mundo de lo creativo y con la importancia de la creatividad, o la industria de la moda, donde se da por hecho que sus profesionales y sus marcas tienen que destacar en ese terreno. Pero lo cierto es que la creatividad es un elemento decisivo y uno que tiene un elevado impacto en muchas más cosas y en muchos más terrenos. La creatividad tiene que ser tan importante como otros elementos que suelen aparecer en todos los listados.
Así, por ejemplo, hablamos de la innovación en todo momento y se está siempre recordando su potencial y cuán necesaria es, pero no se recuerda también el poder de lo creativo.
La cuestión es además especialmente importante porque en los últimos tiempos la creatividad ha sido en cierto modo una víctima de los tiempos, especialmente en terrenos como el marketing y la estrategia de marca. A medida que la tecnología ha ido aumentando su peso y a medida que las compañías han ido descubriendo el potencial de estas herramientas como llave para conectar con los consumidores, se han concentrado de forma muy elevada en ella y han empezado a minimizar muchas veces el peso que la creatividad tiene en su éxito y en su conexión con el consumidor.
Y esto es un error, porque como acaba de demostrar un estudio la creatividad tiene un impacto directo económico. Un estudio de McKinsey, presentado en el Festival de Cannes, ha señalado que las compañías que sobresalen en el área de la creatividad tienen mucho mejores resultados en términos económicos que sus competidores.
Las empresas que son líderes en creatividad, apuntan los expertos, muestran resultados muy positivos en crecimiento orgánico de ingresos, lo que supone un buen retorno de la inversión para inversores y para accionistas. Para aquellos que aún dudan del poder de la creatividad, es una suerte de argumento final.
Las conclusiones del estudio parten, sobre todo, de la creatividad aplicada al marketing y a la publicidad. Los indicadores de los que han partido son los premios conseguidos en el Festival de Cannes. Partido de veces que han ganado y han sido candidatas, han analizado sus resultados y establecido relaciones.
Las compañías que se posicionan en puestos más elevados como las más creativas (esto es quienes han tenido mejores resultados a lo largo de los años en el festival) son quienes tienen mejores rendimientos. Un 67% de esas compañías crece por encima de la media en términos de ingresos, algo que solo ocurre con el 59% de las firmas que están entre las compañías medias en términos de creatividad y con el 32% de las que están en la cola.
¿Coincidencia? En realidad, apuntan los responsables del estudio, no. Los datos, aseguran, permiten establecer una correlación entre las empresas más creativas y los resultados que se consiguen, una relación de causa-efecto y no una simple coincidencia.
Lo difícil es, eso sí, establecer de una forma más o menos científica lo que es la creatividad y lo que esta implica. Quizás sea simplemente una de esas cosas que se reconocen cuando se ven.
