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Por Redacción - 21 Septiembre 2017
Es ya un hecho: los rumores sobre la compra de HTC por parte de Google se han convertido en una realidad, aunque en una ligeramente diferente. No es que Google haya comprado HTC, pero sí ha comprado una parte de la compañía (aunque las dos empresas estén presentando el acuerdo como un "acuerdo de cooperación") y sobre todo una parte que puede tener un impacto futuro bastante elevado en la posición que Google ocupa en el negocio de los smartphones.
¿Qué es exactamente lo que han acordado? HTC va a recibir 1.100 millones de dólares en efectivo de Google y a cambio le cederá un número de empleados ("muchos de los cuales ya trabajan con Google para desarrollar los smartphones Pixel", como explican desde HTC en el anuncio) y el derecho a usar elementos con propiedad intelectual de HTC. Google ha pagado por patentes y por talento y no ha comprado la compañía, pero sí aquello que realmente le interesaba. Como apuntan en la nota de prensa de presentación del acuerdo, "para Google, este acuerdo refuerza más su compromiso con los smartphones y su inversión general en el negocio emergente del hardware". HTC seguirá trabajando de forma paralela.
Google no se pone así en la posición que ocupó con Motorola años atrás. La compañía se hizo con el fabricante de smartphones por 12.500 millones de dólares, en una compra de esas que se convierten en históricas. Fue un movimiento errado. Google no logró convertir a Motorola en nada mucho mejor de lo que era y perdió dinero con el movimiento, por mucho acceso a patentes que la compra le hubiese dado. Cuando vendió ese activo no mucho después tuvo que hacerlo por 2.900 millones de dólares. El movimiento con HTC no solo es mucho más barato, sino que además les da lo que quieren sin muchas más complicaciones.
Pero ¿qué es exactamente lo que quieren? Como apuntan en un análisis en The Wall Street Journal sobre el movimiento, la decisión ha servido al menos para confirmar ya a navegantes que Google va "en serio" con su decisión de fabricar sus propios teléfonos. El Pixel, el smartphone de Google, fue un movimiento estratégico que logró conectar con los analistas, pero que no pudo tener el éxito potencial que podría haber tenido por problemas de producción. El smartphone solo tiene el 0,2% de mercado. Tener más control de la situación podría ayudarles a mejorar esos datos.
Sin embargo, el movimiento no debe verse exactamente solo como una manera de vender más teléfonos. Como recuerdan desde el Journal, para que se considere un éxito Google no tiene que posicionarse entre los fabricantes de smartphones más vendidos. La clave no está ahí. El movimiento les permitirá tener la base para probar los nuevos servicios que quieren implementar en Android, mejorar la experiencia y, a la larga, tener contentos y fidelizados a los usuarios en general del sistema operativo.
Todo es por Android y todo es por los datos
Y esto tiene mucha lógica. El negocio de Google no está en vender teléfonos y hacer caja directamente con ellos, sino en tener a una elevada cantidad de usuarios en un entorno que ellos controlan. Todos los millones de usuarios de Android son potenciales usuarios de sus servicios, como puede ser el mercado de las búsquedas. Cada vez usamos más nuestros móviles para hacer búsquedas y, mientras Android siga siendo el sistema operativo móvil con mayor cuota de usuarios, estaremos usando Google para ello.
A eso se suma que los móviles son la más atractiva fuente de información sobre los consumidores, ya que están dando en todo momento detalles sobre dónde nos encontramos y qué hacemos (y si no no hay más que entrar en Google Maps en nuestro móvil y acceder a nuestro historial de movimientos…). Dado que cada vez los móviles tienen más servicios que usamos y que están guardando datos y más datos, a las empresas de este terreno les permite acumular más y más información y construir un imperio mayor.
No hay más que pensar, por ejemplo, en una de esas funcionalidades de Android, la app Fit. Los usuarios la emplean para tener controlados cuántos pasos dan cada día y su salud, pero en realidad solo hay que analizarla un poco para ver que es una fabulosa fuente de información que captura movimientos y hábitos.
Mantener a los consumidores fidelizados en el sistema operativo es por tanto la vía para seguir siendo el jugador dominante en un mercado publicitario que mueve millones.
