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Cómo Hello Kitty se convirtió en una marca valorada en unos 7.000 millones de dólares

Por Redacción - 27 Febrero 2018

Es probable que no se pueda permanecer impasible frente a Hello Kitty. El personaje es uno de los más reconocidos del mundo y uno que se ama o se odia. Quienes la odian, sienten bastante animadversión hacia ella. Quienes la aman, la aman con pasión entusiasta que se traduce en un boom consumista, que es lo que al final interesa a sus creadores. Porque Hello Kitty es la creación de una compañía japonesa que la lanzó para vender productos, aunque es probable que cuando lo hicieron no se imaginaran como se iba a convertir en lo que ahora mismo es.

Hello Kitty es una marca global con una valoración millonaria. En total, se estima que la marca vale unos 7.000 millones de dólares. Es reconocida de forma mundial y tiene una presencia abrumadora. Los productos ligados al personaje se venden en unos 130 países y rondan los 50.000 diferentes productos.

Pero ¿cómo consiguió Hello Kitty salir de Japón y conquistar el mundo? Esa es la pregunta que se puede responder leyendo el análisis que The Drum ha realizado sobre la historia de la marca y sobre su desarrollo. El personaje apareció ligado a los productos de Sanrio, sus creadores, y de ahí saltó a muchos más mercados gracias a acuerdos. Sanrio no hizo publicidad tradicional, sino que usó de forma estratégica los acuerdos con terceros y las licencias para meter a Hello Kitty en todas partes y hacerla global. No fue el único elemento que la llevó a convertirse en un boom.

Su nacimiento está vinculado a un momento concreto y al contexto en el que lo hizo

Hello Kitty se comprende mejor si se tiene en cuenta cuándo y dónde nació. Lo hizo en los años 70 dentro de una compañía ligada a las cosas cuquis, Sanrio. La filosofía de la compañía y de su creador era la de crear productos que popularizasen una cultura del regalo en un Japón que aún se estaba recuperando de la II Guerra Mundial. Los productos tenían que promover la amistad.

Y su éxito actual también está marcado por el contexto actual

O por la palabra mágica de los últimos tiempos: nostalgia. Hello Kitty sigue llegando a los más jóvenes como lo hacía en el pasado, pero ahora también se dirige a grupos de más edad. Entre sus seguidores están las personas de entre 30 y 40 años que consumieron sus productos cuando estaban creciendo y que los siguen haciendo empujados por la nostalgia.

Hello Kitty es fiel a su esencia

Básicamente, es una cosa cuqui y colorista y así lo seguirá siendo. Todas las cosas que hace y todos los terrenos en los que entra (aunque sean posiciones casi políticas) siguen esta esencia. Todos los usos de la marca, asociados con quien estén asociados, se mantienen fieles a esta idea. Quizás uno de los mejores ejemplos para comprender cómo el personaje es fiel a lo que es está en cómo Sanrio ha construido su historia y el storytelling ligado al producto. El peso de Hello Kitty, por ejemplo, se mide en manzanas.

Es un producto salido de un buen diseño

Parte del éxito de Hello Kitty está también en su diseño. Como explica una de las directivas de la compañía a The Drum, el hecho de que su cara se cree con un par de líneas simples es parte de su esencia como marca, pero también de su éxito. Tanto es así que los dibujantes de Sanrio siguen cursos de entrenamiento específicos para poder dibujar a Hello Kitty tal y como tiene que ser dibujada. Incluso sus peculiaridades, como el hecho de que no tiene boca o el que no sea realmente un gato, forman parte del epicentro de su esencia en diseño y de su éxito.

Aunque el diseño está muy asentado, eso no ha impedido a Sanrio perfilarlo. En 1977 determinaron cómo se presentaba (esa pose de pie clásica) y en 1982 simplificaron sus contornos para que se integrase mejor en diferentes escenarios.

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