Por Redacción - 10 Julio 2018
Hoy en día si una empresa quiere tener éxito es fundamental que invierta en una buena estrategia de marketing. En este sentido las organizaciones optan por diferentes opciones dentro de las diferentes técnicas de marketing: digital, offline, inbound, outbound, email marketing, etc. Pero a veces las empresas se olvidan de un tipo de marketing que es clave: el marketing interno. El concepto de marketing interno o internal branding no es nuevo, pero no siempre se sigue la mejor estrategia para conseguir buenos resultados. Algunas organizaciones se centran demasiado en factores como el salario, los descuentos para empleados o la promoción interna; y no cabe duda de que son elementos que influyen en el desempeño y la motivación de los miembros de una empresa; pero desde mi punto de vista, el marketing interno está irremediablemente unido a la cultura corporativa por la que se apuesta en cada empresa
Con el objetivo de conseguir información verídica hemos investigado el caso de Airtame, una start up danesa que ha conseguido en muy poco tiempo desarrollar una cultura corporativa de calidad capaz de atraer y retener un gran volumen de talento en su equipo. Han compartido con nosotros su experiencia y hemos llegado a la conclusión de que hay que cuidar tres áreas fundamentales para que los resultados merezcan la pena.
Uno de los pilares fundamentales de una cultura corporativa eficaz es invertir en los valores adecuados. Cada organización elige los valores y la filosofía que quiere transmitir a sus empleados; aunque es fundamental dedicar un tiempo a reflexionar sobre este punto y pensar en las posibles formas de transmitir y contagiar estos valores al equipo. En el caso concreto de Airtame, han apostado por la transparencia, la flexibilidad y la confianza para tratar de garantizar un ambiente de trabajo en el que exista esfuerzo, respeto y motivación en partes iguales.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que una empresa no es algo estático, sino que está viva. Es un gran reto mantener los valores y la filosofía iniciales a medida que el tamaño de la organización aumenta. En este sentido contar con un proceso de contratación e integración efectivo es crucial. Algunos aspectos clave de la estrategia de Airtame a la hora de añadir nuevo talento al equipo son:
Al conocer a un posible futuro trabajador es importante dejar a un lado los prejuicios sociales como la forma de vestir, el país de procedencia o el género. De hecho es recomendable luchar por conseguir un ambiente multicultural y equitativo en cuanto al género.
Está claro que la experiencia profesional de los candidatos supone un factor diferenciador entre los candidatos; sin embargo, conviene prestar atención también a la parte personal y social para tratar de averiguar qué personas podrían ser más afines a los valores de la organización.
Por ejemplo, en Airtame cuentan con un programa de prácticas para dar una oportunidad a jóvenes con ganas de aprender y dar lo mejor de sí mismos.
Hace unos meses Jonas Gyalokay, CEO de Airtame, afirmaba en una entrevista: "Desde el día uno tenía en mente la cultura corporativa y hemos invertido en ella desde entonces. Se podrían escribir libros sobre cómo desarrollar una gran cultura, pero en resumen, se trata de contratar a las personas indicadas e invertir en las personas que ya están en el equipo."
Una forma de fomentar y asentar esta cultura corporativa es organizar diferentes eventos para que los empleados puedan conocerse mejor y compartir sus ideas en un ambiente relajado. En Airtame cada año organizan un "Workathon". Este evento consiste en reunir a todo el equipo en un lugar paradisíaco durante una semana con el objetivo de relajarse y trabajar.
Por último, los dos puntos anteriores se materializan en el espacio de trabajo. La repercusión que la oficina tiene en el éxito de un negocio a veces está infravalorado. Si un trabajador se siente agusto en su puesto de trabajo estará mucho más motivado para añadir más valor a la empresa. Algunas de las ideas que Airtame compartió con nosotros son por ejemplo, contar con espacios abiertos combinados con salas de reuniones de diferentes tamaños, tener una cantina espaciosa en la que todos puedan comer juntos cada día, que todas las salas tengan mucha luz natural o añadir un espacio dedicado exclusivamente a relajarse.
En resumen, no existe una fórmula mágica para desarrollar y mantener una cultura corporativa perfecta; pero se pueden conseguir grandes resultados invirtiendo en buenos valores, un proceso de contratación efectivo y un espacio de trabajo que motive a los trabajadores.