Por Redacción - 3 Septiembre 2018
¿Qué es lo que permite captar talento en el mundo del marketing y qué es lo que hace que los trabajadores de este terreno sean fieles a sus empresas, no cambien de trabajo en períodos record y que se sientan identificados con las marcas para las que trabajan?
La cuestión, que suele ser una de las habituales en la lista de los responsables de recursos humanos de prácticamente cualquier área, se ha convertido aquí en un elemento todavía más crucial, porque los estudios han ido demostrando que la plantilla, en marketing, suele estar mucho menos contenta de lo que lo están de media las plantillas de otras áreas.
A los trabajadores de marketing la profesión los frustra y los quema rápidamente. Los estudios han determinado que no se cumplen las expectativas, que el trabajo se ve lastrado por ciertas prácticas (como las excesivas reuniones) que hacen que el día a día sea más frustrante o que hay un cierto desequilibrio entre salarios y posiciones y lo que los trabajadores querrían.
Además, o al menos eso es lo que se ha estado señalando de forma recurrente, se produce una especie de divergencia entre lo que se espera de la industria (un trabajo muy creativo y muy innovador) y lo que la realidad acaba generando (un día a día mucho más lleno de rutinas y de burocracia, y solo hay que pensar en los miles de emails que se intercambian para comprenderlo).
Pero ¿es la salvación para tener una plantilla contenta en el terreno del marketing lanzarse a ser más creativos y más innovadores, en crear entornos en los que eso esté ultrapresente? ¿O en realidad lo que los trabajadores quieren es simplemente la seguridad de un trabajo en el que las cosas estén claras y se tenga la certeza de una situación económica clara?
La inercia de lo que se sabe y lo que se espera del mercado podría llevar a apostar por el primer punto. Los resultados de un estudio británico, sin embargo, apuntan de forma clara hacia el segundo.
El estudio ha concluido que entre la nueva generación de profesionales de marketing lo que se quiere y se busca es la seguridad. Así, por ejemplo, en la batalla entre innovación y seguridad gana la seguridad claramente. La mayoría de los encuestados preferiría trabajar en una compañía segura y con una presencia firme en lugar de hacerlo para una startup, por muy innovadora que esta fuese.
El análisis se centraba en lo que aquellos recién titulados en áreas de marketing buscaban. Según las conclusiones del estudio, elaborado por el Chartered Institute of Marketing (CIM), el 64% de los recién titulados quiere uno de esos puestos más seguros. Un 36% preferiría trabajar en una multinacional y un 28% en una empresa establecida. Solo el 11% querría trabajar en una startup innovadora.
No es el único punto que señala que los nuevos marketeros quieren seguridad y estabilidad, en lugar de cosas rompedoras. Un 60% aseguraba que les resultaba extremadamente importante trabajar para una empresa exitosa, frente al 35% que señalaba lo mismo pero de una empresa que sea rompedora en innovación. Al mismo tiempo, en la lista de cosas importantes, el salario es el que gana: un 44% señala que es lo que más le importa, el tener un salario elevado.
¿Es esta una muestra clara de que al final los trabajadores de marketing quieren lo mismo que la media de los trabajadores o es simplemente un cambio generacional? Los recién titulados son, al fin y al cabo, jóvenes de un nuevo grupo demográfico, los Z, que llegan al mercado de trabajo con un bagaje diferente al que aportaban los marketeros que lo había hecho hasta ahora.
Como recuerdan en las conclusiones del estudio, estos trabajadores crecieron durante los años duros de la recesión económica y sus experiencias y expectativas están muy marcadas por la crisis económica y sus efectos. Esto ha hecho que, en general, sean mucho menos idealistas y se centren mucho más en las cosas prácticas. Y quizás por ello prefieran sacrificar el tener un trabajo muy creativo por un salario que se ajuste a lo que buscan y quieren.