Por Redacción - 8 Abril 2019
Si se pidiese a un consumidor que describiese una Apple Store, es bastante probable que fuese capaz de hacerlo sin tenerla delante. Las tiendas de Apple tienen una identidad muy clara y una especie de look and feel fácilmente identificable. Son espacios diáfanos, en los que imperan los tonos claros, en los que se puede interactuar con los dispositivos y en los que se espera a un personal muy especializado en los productos que están vendiendo.
Los secretos de las Apple Store son, en definitiva, una estrategia muy clara de branding, unos empleados muy vinculados a la marca (y a los que imponen unas normas estrictas), la creación de unas experiencias concretas y la vinculación con la idea de lo que es Apple en general. Las tiendas son embajadores y escaparates de la marca y de sus valores. Si Apple vende la idea de que es una empresa de productos de alto diseño, sus tiendas no hacen más que reforzar la idea.
Pero ¿son las Apple Stores algo más que simplemente el escaparate de la compañía? ¿Se han convertido en una especie de elemento destacado para la industria, que la usa como un espejo en el que mirarse sobre cómo deben ser las cosas?
En cierto modo, paseando por alguna calle comercial y entrando en algunas tiendas que quieren transmitir esa idea de modernidad, diseño y elementos cool, se podría sentir que el eco de Apple llega muy lejos.
La idea de dejar a los consumidores tocar los productos, probarlos y usarlos sin que nadie te interrumpa ha empezado a ser bastante recurrente, pero también la presentación en espacios diáfanos o el uso de gamas de colores similares a los que emplea Apple. De hecho, incluso ya han llegado a terrenos como podrían ser las cafeterías o las tiendas de productos muy distantes a las nuevas tecnologías, que también empiezan a tener un cierto aire a tienda de Apple. Apple ha convertido a sus tiendas en una suerte de patrón oro de cómo debe ser el retail.
Y si los consumidores han empezado a percibir que todo comienza a tener un cierto aire a Apple Store no es por casualidad: los propios retailers tienen claro que han asumido el modelo de Apple como lo deseado y lo buscado. Como apuntan en Digiday analizando algunos grandes movimientos de la industria, el retail está bebiendo directamente de Apple y lo hacen de un modo de lo más diverso.
El restaurante que McDonalds ha abierto en Chicago y que es una de sus propuestas sobre cómo serán los del futuro (y que ya han empleado como guía para hacer renovaciones en 4.500 espacios en 2018) parece una Apple Store si se mira desde lejos. Un experto en retail, analista de las tiendas de Apple, recordaba ante el medio británico lo que había ocurrido cuando entrevistaba hace unos años al máximo responsable de retail de Tesla (al que habían fichado de Apple). "Dije, esto me recuerdan a una Apple Store. Se acercó y me dijo,es una Apple Store, solo que vendemos coches", apunta Carmine Gallo.
La lista que Digiday maneja de retailers que han appleficado sus tiendas incluye desde a sus competidores, como Samsung, a gigantes de las teleco, como AT&T o Verizon, pasando por empresas tan variopintas como Walmart o las compañías de belleza Glossier o Kohls.
Y si todos intentan copiar a Apple será por una razón concreta.
Si copian a Apple es porque la compañía se ha convertido en referente en dos elementos cruciales. La CEO de Glossier, por ejemplo, Emily Weiss, señalaba que pensaban mucho "en Apple" en términos de "diseño y experiencia". En general, el retail intenta copiar el modo en el que se presentan los productos, los sistemas de pago y checkout o el hecho de que las tiendas son espacios para eventos y formación. Por supuesto, en general quieren copiar el aire limpio y simple de la tienda, que hace que todo parezca mucho más fluido y más sencillo.
Por tanto, se trata de intentar recrear la experiencia de los consumidores en las tiendas Apple e intentar igualar aquellos puntos positivos que viven en las mismas. Se trata de hacer que la tienda no sea solo un punto de venta, que sea algo más.
Eso sí, mientras las demás empresas copian a Apple, Apple ya piensa en cómo volver a cambiar sus tiendas. En su última vuelta de tuerca al concepto metió incluso árboles en su Genius Bar.