Por Redacción - 30 Enero 2020
En los últimos días, el coronavirus se ha convertido en la gran noticia de apertura de los medios de medio mundo. El virus, que causa enfermedades respiratorias y que ya ha supuesto la muerte de algo más de un centenar de personas, ha llevado al gobierno chino, el país en el que se ha detectado la enfermedad, a cerrar en cuarentena una ciudad y ha generado una oleada de pánico global, especialmente a medida que se van lanzando pronósticos de todo tipo sobre los efectos que tendrá la enfermedad y que van apareciendo casos fuera de China.
En medio de ese pánico global, las marcas y las empresas se han convertido en uno de los daños colaterales de la epidemia. Por supuesto, el principal efecto que tiene el virus, y el más importante, es sobre las personas, que son las principales afectadas y el daño que debe tenerse en cuenta antes que nada. Las compañías y los problemas que suponen para ellas son un daño secundario, aunque existente. Los analistas han empezado ya a hablar de cómo afectará a algunas marcas el virus y algunas compañías han comenzado a tomar decisiones vinculadas con la enfermedad.
En general, las marcas y empresas que se verán más afectadas por los efectos de la epidemia son, como ya señalan los análisis, las empresas de automoción y la industria del lujo.
Las primeras se verán afectadas de un modo directo. Wuhan, la ciudad en la que se ha desatado la epidemia (y que está en cuarentena), es una de las consideradas ciudades del motor chinas, como recuerdan en la CNN. Nissan, General Motors, Renault, Honda o Peugeot tienen fábricas en la ciudad, en las que se fabrican piezas para los vehículos. Para estas compañías, el virus y sus efectos supondrá un parón en la producción, que llega además en un momento especialmente delicado. La industria de la automoción está viviendo un parón en el consumo de un modo global, por lo que no se pueden permitir fallos ni retrocesos añadidos.
Otras grandes marcas conocidas como Foxconn o Samsung Electronics, veían con preocupación como el propio gobierno chino cerraba sus fábricas de Foxconn y Samsung Electronics por miedo al Coronavirus. Facebook, el gigante de las redes sociales ha prohibido a sus trabajadores viajar a China, como también lo ha hecho LG.
Para la industria del lujo, el problema está en el momento en el que ha estallado la epidemia, que ha coincidido con las celebraciones del año nuevo chino, uno de los momentos de mayor consumo en ese mercado. Los gigantes del lujo han caído en bolsa y los analistas ya han lanzado previsiones adelantando que en este trimestre verán una caída en las ventas.
Aunque estas son las afectadas más notables, no serán las únicas. También se espera que lo noten las cuentas de resultados de compañías tan dispares como McDonalds o Starbucks, Kate Spade o Inditex. "China es ahora un activo mayor para las marcas globales", explicaba el analista de Credit Suisse, Michael Binetti, a los medios estadounidenses, recordando que durante la crisis del SARS el crecimiento en ventas se redujo a la mitad en el mercado chino.
Los grandes parques de atracciones, como el de Disney en Shangai, están cerrados y los estudios de cine han retrasado los estrenos de sus películas con más tirón (y que iban a llegar en las vacaciones de año nuevo para aprovecharse de un mercado receptivo) para un momento más favorable.
La temporada nacional de fútbol de China, incluida su lucrativa Super League, se ha pospuesto a medida que los organismos deportivos a través de la China Football Association, unen esfuerzos para controlar la propagación del coronavirus. Evidentemente, esto afecta de forma directa sobre multitud de marcas y sponsors deportivos que invierten en publicidad y patrocinios grandes cantidades de dinero de forma anual.
La Superliga china, donde recalan ex estrellas de otras grandes ligas como la Premier League inglesa, estaba programada para comenzar el 22 de febrero y por el momento, su calendario y la venta de entradas ha sido totalmente suspendida.
Los efectos del coronavirus no solo llegan de un modo directo, como las ventas perdidas de las compañías de lujo o las piezas de vehículos no fabricadas o no distribuidas fuera del país, sino también de un modo indirecto. Las compañías chinas se arriesgan a que, de un modo subconsciente e indirecto, su imagen de marca se resienta y se produzca una pérdida de confianza entre los consumidores.
A eso se suma que otras compañías están empezando a tomar decisiones de mercado con afanes previsores. Algunos países han bloqueado ya las conexiones de transporte directas con China y algunas empresas de transporte han cerrado sus operaciones.
Iberia ha anunciado que flexibiliza las condiciones de sus vuelos para que sus clientes puedan cancelarlos sin problemas y también ha reconocido que estudia la situación de cara a cancelar sus vuelos a China. British Airways ya ha cancelado todos sus vuelos a China y United Airlines lo ha hecho con algunos. En Estados Unidos, de hecho, las aerolíneas se están preparando para un cierre del espacio aéreo: la Casa Blanca está valorando suspender todos los vuelos, sean cuales sean las aerolíneas, entre China y EEUU.
Otra de las marcas que se ha visto afectada de forma indirecta por la alarma de este virus, ha sido cerveza Corona, también popularmente conocida en países como España como Coronita. Aunque no deja de ser tan solo una curiosidad o anécdota, según los datos de Google Trends analizados por el periódico LaVanguardia, el término fue buscado sobre todo en Camboya, Singapur, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Estados Unidos, Brasil, Australia, Japón, India y algunos países de Europa como Finlandia, Eslovenia o Noruega. Obviamente, aunque como el evidente, este virus nada tiene que ver con la popular marca de cerveza, a pesar de que su nombre podría haber llevado a la confusión de algunas personas que quizás creen que hay una relación entre ambos términos.
Los efectos del pánico por el coronovirus podrían también llegar a los grandes eventos deportivos (se han cancelado algunas competiciones) y aquellos que implican grandes concentraciones de personas.
De hecho, y aunque el Mobile World Congress se celebrará en febrero con normalidad en Barcelona, se da ya por sentado que se verá afectado por la crisis. Una de las grandes marcas es china (Huawei, que ocupa un pabellón entero de la Fira) y los visitantes chinos son unos de los grandes grupos de asistentes.