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Por Redacción - 21 Abril 2020
El último fin de semana, una consumidora me decía que estaba segura de que algunas compañías que estaban anunciando ahora mismo subida de sueldos los bajarían rápidamente cuando toda la crisis del coronavirus pasase. "El día después de que todo acabe ya bajan los salarios, ya verás", decía, una de las pocas voces críticas y no muy convencidas con el impacto que están teniendo algunas medidas de algunas compañías concretas.
Mientras lo habitual estos días es escuchar hablar sobre ERTES, sobre medidas de reducción de trabajo o sobre precariedad o temor a la crisis económica que seguirá a la crisis sanitaria causada por el coronavirus, algunas empresas se están desmarcando ofreciendo subidas de sueldo a sus empleados o garantizando los puestos de trabajo. Cuando estos movimientos se hacen conocidos por el público general, esas compañías se vuelven virales y logran oleadas de comentarios positivos en redes sociales.
Igual que los consumidores se están quedando con la identidad de aquellas empresas -las marcas solidarias- que están ayudando a hacer mascarillas o a crear otros materiales para luchar contra el coronavirus, también están tomando nota de quienes están rompiendo con la tendencia y generando buenas noticias.
De hecho, este fin de semana lo habitual en redes sociales era encontrar mensajes positivos protagonizados por Chocolates Valor. Los consumidores prometían hacerse con sus productos en su próxima visita al supermercado. La compañía ha subido el sueldo a sus trabajadores. Su plantilla cobrará un 20% más en el período de crisis, para pagarles por el esfuerzo extra que están haciendo durante estos días. La subida del salario se supo, como recoge Expansión, por fuentes sindicales.
No es la única que lo ha hecho. Las cadenas de supermercados también han alzado los salarios de sus trabajadores, que ocupan puestos de primera necesidad y que están más expuestos al virus por ello. La primera cadena de supermercados que tomó esa decisión fue Mercadona, que subió a sus empleados el salario ya en marzo, en medio de los momentos de picos de histeria en los supermercados.
Desde entonces otras cadenas de supermercados también han tomado esa decisión. Alcampo anunciaba en marzo también que subía el 20% el salario a sus trabajadores, algo que han hecho también con bonus específicos Dia, Sánchez Romero, Lidl, Gadis o Maskom y con subidas Consum y Masymas. Algunas cadenas de supermercados, como Dia, han incluso ampliado sus plantillas durante estos días.
Aunque los supermercados son la cara más visible, no son el único espacio de la cadena de la industria alimentaria con picos de demanda y más actividad. Otras compañías de la industria, como la aceitera Acesur, también han subido salarios. En su caso es con una prima mensual del 10% mientras dure la crisis.
Al mismo tiempo, y aunque no lo hagan por subir el sueldo a sus empleados, otras compañías se han hecho virales por renunciar a aplicar ERTEs.
Una de las primeras en dejar claro que iban a aguantar, al menos hasta finales de mayo, fue la cervecera Estrella Galicia. "Nuestra compañía ha atravesado guerras, epidemias y un sinfín de dificultades a lo largo de nuestros 114 años de historia", explicaba en marzo su CEO, reconociendo que era una situación difícil para ellos por el cierre de la hostelería.
No es la única compañía que está evitando el ERTE. También lo ha hecho la empresa de cosmética Grupo Carinsa o pymes de muy variados sectores, algo que contrasta, como recuerdan en El Periódico hace unos días, con las grandes multinacionales con beneficios millonarios en el último año que sí aplicarán ERTEs o ya lo han hecho.
Todas estas decisiones tendrán un impacto importante en la imagen de estas marcas no solo durante estos días, sino también de cara al futuro. El efecto en la reputación corporativa de las decisiones tomadas durante la pandemia del coronavirus y durante estos momentos complicados llegará más allá del día después. Los consumidores tienen memoria y premiarán a aquellas marcas que creen que han hecho bien las cosas.
En general, los consumidores creen que las grandes marcas y las grandes empresas podrían hacer mucho más de lo que están haciendo en España.
